Momentos I
Ignorar...sí...
La arrogancia,
La altivez atropellante,
La falta de conducta,
La pobreza de educación,
Las ofensas,
Momentos I
Ignorar...sí...
La arrogancia,
La altivez atropellante,
La falta de conducta,
La pobreza de educación,
Las ofensas,
A la memoria de Norberto González
—Tendrás tu puesta de sol. La exigiré.
Antoine du Saint Exupery
Algo mordió su corazón y comenzó un viaje al espacio llevado por su inseparable gaviota. Con su cuerpo nuevo, liviano como el de un pitirre, disfrutó de un paisaje interestelar que con sus ojos humanos no habría sido posible ni soñar. Antes de llegar al final de todos sus viajes, filosofaba en torno a esta oportunidad.
Las máscaras, a veces, no son evidentes. Clark Kent se esconde ingenuamente detrás de sus gafas, el Llanero Solitario, detrás de su antifaz y el resto usa mallas o armaduras para proteger su identidad. Aclaramos que ni los dioses ni Iron Man caen en este grupo. A ellos, la arrogancia, los delata.
No hay que ser naturalista, ni biólogo, ni botánico para uno darse cuenta del deterioro de algún sistema ecológico y aquí nos haría falta nombrar al súper héroe ecologista de los programas de niños que tampoco usa máscara para proteger la tierra de los peligros de la contaminación y cuyo nombre no recuerdo ahora.
Los poemas de FUSILADO dios fueron originalmente escritos en 1981 a raíz de mi participación en el Taller de Poesía de María Arrillaga en la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico, mi Alma Mater. “dios, quiero hablarte” fue el primer poema que se escribió y después surgió poco a poco este diario poético, de 22 poemas, a raíz de mi separación de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Caguas, Puerto Rico, mi pueblo.
El esquimal tiene goteras en su iglú
De los cielos abiertos al minúsculo grano de arena
migrará sin posibilidad
de un retorno
A la memoria de Norberto González
—Tendrás tu puesta de sol. La exigiré.
Antoine du Saint Exupery
(pieza de micro teatro)
El Tirano entra a su habitación, da un beso frío a su amante y pistola en mano comienza a buscar por todos lados.
Amante- ¿Qué te pasa? ¿Por qué esa inquietud?
Tirano-Tengo mis razones.
Amante- Te sobra protección.
Tirano- No digas pendejadas.
Amante- No te vendría mal un buen vaso de tu coñac y otro de despreocupación.
Tirano-(Como si no la escuchara.) Hace varias noches que solo duermo unas pocas horas.
Amante- (Mientras busca el vaso de coñac.) Recuerda que la suspicacia es madre de la inseguridad.
Tirano- Tengo razones para sospechar.