(San Juan, 9:00 a.m.) Nadie lo veía venir de esta forma, pero en las pasadas 72 horas, el Partido Nuevo Progresista (PNP) ha colapsado. Ha colapsado, porque el “palo” ya venía debilitándose a partir de los malos manejos de corrupción gubernamental, y por otro lado, por la antipatía que tienen múltiples sectores del país a su clase dirigente. Por lo que los eventos en la Universidad de Puerto Rico (UPR), así como la salida del alcalde de San Sebastián, o el embarazo de Jennifer González, lejos de fortalecerlos, los han debilitado.
El mal manejo de la crisis de la UPR Recinto de Ciencias Médicas, abrió una puerta muy delicada para la estabilidad del PNP, hoy en el poder. Los estudiantes no tradicionales detuvieron el primer centro docente de medicina del Caribe. La incorrecta selección de un mediador sin experiencia previa en este tipo de mediación, provocó una grieta de confianza en la administración del conflicto y de dicho recinto. No obstante, para el partido en el poder, la solución urgente de la crisis, se convirtió en un asunto par contener los desafectos nacionales. Que nadie se olvide, 11 recintos, una UPR.