Poemas [de Hugo Margenat] llenos de fuerza en muchos de los
cuales se funden patria y mujer para construir
un motivo poético y estético de primera
importancia en la producción del poeta.
Alma I. Acosta Cartagena
Y no hay poder como la carne
política de Dios.
Yván Silén
[…] y recuerdo el espeso y lento almíbar
del dulce de papaya que confeccionaba mi madre.
Edgardo Nieves Mieles
En Río Piedras admiré la piña de Nick Quijano […]
Julio Ramos
I
Paciente, más que paciente. Como la mayoría de los libros. Treinta años sin moverse de la biblioteca. Esperando su momento entre las publicaciones del Instituto de Cultura Puertorriqueña compradas en oferta en el Viejo San Juan de los 90 —como los dos tomos, en edición de 1974, del Diccionario de la literatura puertorriqueña (1955) de Josefina Rivera de Álvarez—. Espera; larga abstinencia de tres décadas.