La fabulosa herramienta del Internet hoy en día nos concede el honor de coincidir con personas de diferentes partes del mundo, eso significa que tenemos la libertad de rodearnos de personas que nos inspiren con su ejemplo a luchar por nuestros propósitos que hasta el presente no hemos realizado, hoy comparto la interesante entrevista que le he realizado a Maximiliano Curcio (Argentina, 1983), es escritor, docente, editor, fotógrafo, comunicador, emprendedor, humanista, gestor e impulsor del arte cultural nacional e internacional, fundador y Director de la prestigiosa Revista Digital Siete Artes.
Maximiliano, ha realizado críticas cinematográficas, análisis teóricos y ensayos para distintos medios gráficos y digitales desde el año 2004 hasta la fecha. También llevó a cabo coberturas de festivales de cine, muestras de arte y recitales de rock de las principales figuras de nuestra escena. Autodidacta y de espíritu artístico inquieto, ha reseñado obras de teatro, libros y discos. En el año 2016 creó el “Espacio Cultural Siete Artes”, un portal de enseñanza a distancia, tarea que complementa con el dictado de ciclos de cine y talleres grupales en diversos centros culturales. De forma paralela, ha emprendido numerosas tareas de investigación y gestión cultural.
Nuestro invitado ha publicado más de 20 libros, en esta entrevista abordamos brevemente de sus distintas facetas en las que ha emprendido y se ha destacado en cada una, los invito a conocer más de este polifacético escritor, espero que esta charla sea de gran inspiración para ti que estás luchando por alcanzar tus sueños, sin más comentarios les comparto este agradable e inspirador contenido, que disfruten de cada línea que en complicidad con Maximiliano y este importante medio de comunicación les presentamos.
Carlos: -Maximiliano Curcio, un placer hablar brevemente de tu polifacética trayectoria a través de este medio. ¿Cómo describes tus logros que has alcanzado a lo largo de tu vida?
Maximiliano: - Estimado Carlos, es un placer para mí hablar nuevamente contigo. Los logros profesionales que he podido alcanzar a lo largo de mi vida son fruto de un incansable esfuerzo. El tránsito como comunicador y escritor me ha llevado por caminos impensados. Hoy pienso que he logrado como escritor mucho más de lo que hubiera soñado. Cada libro publicado -y al momento de conversar contigo ya son más de veinte en total- es una criatura que gestamos con infinita dedicación, pasión y entrega. Respecto de mi labor como comunicador, mi mayor deseo sería lograr de mi desempeño en el periodismo independiente un medio de vida y sustento, pero sé de las deficiencias que en este sentido atraviesa todo el sector artístico y cultural en mi país, aspecto que lo vuelve algo bastante improbable.
-Eres escritor, docente, editor, comunicador, fotógrafo, locutor, gestor y promotor cultural. ¿Cuántos años tenías cuando iniciaste a enamorarte del arte?
-Me defines bien Carlos, siempre he tratado de perseguir la versatilidad, de nunca quedarme quieto, de explorar nuevas formas de expresar mi mirada artística. Creo que de allí parte el amor al arte, un descubrimiento que llegó a mi vida en la adolescencia y luego no hizo más que expandirse. Primero fue el cine, el hallazgo mágico de la pantalla a oscuras. Luego fue esa biblioteca que se convierte en nuestro refugio, heredamos un tesoro cultural íntimo y privado. También, por aquellos años, descubrir la música a través de discos y canciones que eran de otra época, pero llegaron a pertenecerme y nunca me abandonaron. Años más tarde descubro las artes plásticas, que fuera otra vital revelación. Siento que tengo todavía más cultura por descubrir que lo que he podido consumir o escribir al respecto. Creo que el camino por delante es infinito si la curiosidad no nos abandona.
-¿Qué es el arte para ti?
-Un alimento espiritual indispensable. Una fuente inagotable donde siempre encontraré inspiración. Una brújula para guiarnos en el camino, a menudo esta vida nos distrae entre superficialidades y aspectos banales que hacen a lo cotidiano, irremediablemente. El arte es un gran instrumento para comprender otras culturas y conocernos mejor, a nosotros mismos. Es una ventana planetaria a infinitos nexos, referencias, influencias y apetencias.
-Has entrevistado a distintas personalidades de la cultura y del arte de tu país ¿Qué es lo mejor que han aportado estas personas a tu vida personal y profesional?
-Uno no deja nutrirse, de aprender de otras miradas. Recuerdo con afecto y sensibilidad aquellas conversaciones, con pares escritores o colegas hacedores culturales. He tenido la posibilidad de entrevistar a artistas emergentes, y me he visto espejado en sus búsquedas, en sus inquietudes. Es un ejercicio interesante el de entrevistador. Es saber captar la esencia y el alma de aquel que se dispone a abrir al mundo su obra, su arte. No es poco para estos tiempos que corren entablar un diálogo profundo.
-¿Qué te motivó a emprender tu propio medio de comunicación “Revista Digital Siete Artes” y en qué año inició este proyecto?
-La principal motivación fue el deseo de reinventarme, siempre. La necesidad de tomar las riendas de mi propio medio, de tener un espacio del que pudiera disponer, en donde yo pudiera elegir y decidir que contenidos visibilizar. Llevar adelante un proyecto, y el hecho de que descanse sobre mí una serie de decisiones estéticas y conceptuales vitales, fue un enorme desafío. Y lo sigue siendo. Luego de colaborar, durante muchos años, con diferentes medios culturales, el reto de llevar adelante los designios de un medio se convirtió en una obligación a emprender, esa fue la meta. Darle espacio a artistas independientes y cubrir todo aspecto cultural relevante posible, fueron mis primordiales inquietudes. En el año 2016, yo había fundado el Espacio Cultural Siete Artes, un sitio de enseñanza a distancia, en metodología completamente online. De allí surge la revista (www.revistasieteartes.com), dos años después, en 2018, junto al canal de YouTube (Canal Siete Artes) con el que contamos hasta hoy, surfeando las olas de la virtualidad y esquivando la hegemonía de los medios masivos que suele adormecer a los menos desprevenidos lectores…escalando el Aconcagua si hiciera falta, es el hambre que nos impulsa, solo por amor al arte.
-¿Qué tal han sido los resultados de tu visión con este proyecto?
-Teniendo en cuenta las dificultades que implica sostener un medio completamente autogestivo, sin ningún tipo de apoyo publicitario ni patrocinio o mecenazgo, el hecho de poder sostenerme, a mí mismo, y a mi medio, siendo poseedor de un dominio web propio, tres años después, el balance es positivo. Hemos cambiado las formas, hemos mutado la piel, pero seguimos fiel a nuestra esencia e ideas. Es un camino arduo, no está desprovisto de obstáculos. Se requiere la entrega total y más de una vez me he planteado si vale la pena seguir. Casi siempre, el resultado obtenido tiene sabor a poco. Pero son las reglas del juego, para quienes hacemos periodismo alternativo. En lo personal, es un espacio muy preciado, en donde puedo comunicar acerca del arte que me interesa consumir y recomendar. El pasado año, a mediados de 2021, dimos un gran paso con la producción de nuestra primera tirada gráfica impresa, un sueño hecho realidad. La posibilidad surgió a partir de la edición de la tetralogía de mi autoría, en formato bookazine “Gabinete de Colección”, una idea que parte de un espacio transmedial en donde escribo acerca de películas, libros, pinturas y discos de culto, de todos los tiempos, géneros y variedades. Una sección que pueden disfrutar en la revista y sus redes, en donde se rescatan bellezas culturales de la más inusual procedencia. Gemas incunables, clásicos de poetas malditos, películas serie B, discos completamente anti comerciales...a veces la incorrección es la forma adecuada para que determinada forma de arte dialogue con el paso del tiempo. Me interesa bucear profundo y rescatar esas perlas. El título ‘gabinete de colección’ está inspirado en los extravagantes cuartos de maravillas renacentistas. Y condensan casi todas mis obsesiones, filias y curiosidades de ferviente coleccionista cultural. Ver materializado ese proyecto, a través de unas revistas a todo color en calidad de ilustración y dueñas de un acabado estético precioso, gracias al apoyo de la editorial Servicop de La Plata, ha sido el siguiente gran paso del colectivo Siete Artes, en su veta editorial. Todo es fruto de un enorme sacrificio y de meses enteros dedicados al diseño de esta personalísima obra.
-¿Qué ha significado para ti potencializar el talento de otras personas en el medio artístico, cultural y periodístico?
-Te agradezco que puedas ver esa virtud, aquí me ocurre algo interesante. Cuando pongo a disposición mi medio para que alguien escriba y desarrolle (muestre al mundo) su talento, no puedo menos que verme reflejado. He estado en esa posición también y soy consciente que hay maravillosas historias esperando ser descubiertas. Talentosos artistas que viven semi ocultos…es mi deseo que mi medio se convierta en esa plataforma para darlos a conocer. Lo mismo me ocurre cuando me toca entrevistar a algún músico, cineasta, escritor, artista o intérprete…creo que si primara ese espíritu desinteresado a la hora de divulgar cultura sería más justo el panorama para muchos. Mi naturaleza de comunicador no puede dejar de inclinarse por esa visión y seguir buscando esas joyas ocultas.
-¿Has sido gestor y promotor cultural presencialmente y por supuesto ahora virtualmente, desde tu experiencia puedes describir ambos conceptos?
-El cambio de los tiempos y las formas a la hora de comunicar y difundir cultura nos obliga a no perder el incentivo y recurrir a nuestra creatividad, de modo permanente. Puede cambiar el instrumento, la herramienta, pero ‘el fin’ es exactamente el mismo. Y considero que cada opción (presencial o virtual) ofrecen su singularidad. Pensémoslo desde el lado de la enseñanza y como debe cambiar nuestro modo de hacer docencia. Hay una ganancia y una pérdida en cada una de ellas variantes, y como comunicador, pedagogo o gestor cultural, debes adaptarte. Con la consabida pérdida de contacto humano que este nuevo mundo nos ha dejado, la apuesta se redobla. Tener esa noción del camino que recorres, o del territorio en el que creas, forma parte de esa capacidad de ‘actuar en modo versátil’ que te comentaba en un principio. Hay que permanecer muy atentos a como cambia el mundo y las formas de consumos que nacen. Entender ‘que’ se nos pide y se nos requiere como actores culturales. Esa visión anticipatoria es indispensable para no quedar fuera, en tiempos tan vertiginosos.