A los 12 años me enamoré de una adolescente bellísima tenía mi edad, estudiábamos segundo grado de primaria, los dos éramos excelentes alumnos. Recuerdo que la timidez que yo tenía en ese entonces era inenarrable, lo que hacía era entregarle cartas recuerdo que en una de tantas me escribió lo siguiente: “sabes, tengo una pregunta por curiosidad, espero la respondas con honestidad ¿por qué no me enamoras en la escuela, me gustaría escuchar de tus labios todo lo que bonito que me expresas en papel?
A la siguiente semana le respondí la misiva, aplicando la excusa perfecta: “desde que te conocí soy el hombre más feliz sobre la faz de la tierra y deseo que lo nuestro sea eterno y que mejor a través de estas cartas, el día que yo sea un ‘escritor famoso’ a lo mejor no estaré contigo pero sí en tu mente. Si yo te enamoro hoy verbalmente mañana nada recordarás en cambio en estas cartas si las guardas te servirán de inspiración a cada momento de tu vida, por esa razón prefiero plasmar mis sentimientos a través este medio”…
De todas esas cartas que escribí y que recibí, por accidente las perdí, pero hay una carta que escribí para en febrero del 2012, de esa carta quiero hablarles en este artículo su historia es imposible de creer. El título es Ciclón de sentimientos, el 3 de febrero del año 2017 esta carta fue publicada en la edición impresa y digital de DIARIO EXTRA, me quedé sorprendido cuando la leí en el periódico no me lo podía creer, esa carta la envié por accidente, realmente fue un precioso accidente después pensé, ¡oh que pena! En algunos párrafos usó un lenguaje que no me simpatiza para nada, pero agradecí al editor por la distinguida publicación.
En el centro de San José, Costa Rica hay un restaurante que constantemente lo visitó la atención al cliente y la comida es exquisita. En febrero del 2019 invité a una amiga a cenar a dicho restaurante a la par de nosotros estaba una pareja él podía tener unos 25 años y ella como 23 años. Era notable que estaban bastante enamorados todo lo que ellos hablaban mi amiga y yo lo escuchábamos perfectamente, a la hora del postre él le dijo: “mi amor hoy quiero entregarte una carta que he escrito con todo el cariño, aprecio y admiración del mundo, espero te guste mi detalle”, ella replicó: “Claro que sí, por favor cariño léala en voz alta”. Él inició la lectura cuando yo escuché que dijo “ciclón de sentimientos” le puse mucha atención rápido me fui a la web y comencé a leer la carta de mi autoría.