A nuestra Fausti
Teníamos sed y entramos... Una vez adentro, nos percatamos de que estábamos en un lugar que vendían piezas de autos, pero vimos a la derecha una pequeña cafetería y nos dirigimos a ella. Pedí dos botellas de agua, y me entregaron unos espejuelos. Mi mujer se distrajo observando un objeto en el mostrador. Observé los espejuelos y los moví a la luz. Entonces, vi títulos de películas.
Junio de 2009, Willimantic, CT, USA