La Habana- El Instituto Nacional de Investigaciones de la Caña de Azúcar (Inica) trabaja en el desarrollo de variedades de ese cultivo con elevado contenido de sacarosa y resistentes a plagas y enfermedades, según una fuente de ese centro.
Su director general, Sergio Guillén, declaró a Prensa Latina que una variedad idónea es aquella capaz de adaptarse a todas las condiciones de suelo, clima y otros factores relacionados con el crecimiento de esa planta, pero sobre todo que aporte alto potencial productivo.
Guillén recordó al respecto que el insigne sabio cubano Álvaro Reynoso afirmaba que el azúcar se produce primero en campo y el central solo extrae el contenido que la caña posee.
Sobre la importancia de las variedades señaló que los expertos coinciden en que estas tienen un papel decisivo en la producción de caña, que debe estar acompañada de una buena siembra, mantener adecuadas atenciones al cultivo y no dañar las cepas con el uso de la maquinaria, sostuvo.
El Inica, que pertenece al grupo azucarero Azcuba, cuenta con cerca de 110 variedades, el 85 por ciento de las cuales son cubanas, desarrolladas por la institución, que trabaja con una veintena de ellas, agrupadas según el momento en que se van a cosechar.
Como las actuales campañas azucareras deben ir hacia 130-150 días de molienda, o más, ponemos el énfasis en el logro de especies que por su desarrollo fisiológico tengan madurez temprana, o sea adecuadas para el inicio de zafra, explicó el directivo.
Según Guillén estas variedades las desarrollan en los bancos de semilla y también en la biofábrica de Villa Clara -en la zona central-, en la cual se realiza una inversión para recuperar la capacidad total de producción de esa instalación, de hasta dos millones de vitroplantas (actualmente aporta medio millón).
Con vistas a la zafra 2014/15 el Inica tiene un plan de acción que incluye la calidad de la materia prima, el empleo de familias de variedades de maduración temprana, una estrategia de cosecha y el uso de maduradores del rendimiento, entre otros.
La institución ejecuta 24 proyectos científicos enfocados a resolver los problemas de la producción, el desarrollo del riego y el drenaje, el mejoramiento fitosanitario, manejo agronómico, la obtención de semilla de la mayor calidad y variedades óptimas, de alto potencial productivo e invulnerables al ataque de plagas y enfermedades.
También los relacionados con los planes específicos de diversificación en el sector, como por ejemplo la obtención de variedades óptimas para producir energía y las forrajeras destinadas a la alimentación animal.
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