Teófilo Torres, más que nada, maestro de la actuación

Caribe Hoy

Comenzó su carrera profesional en el año 1975.  Con una trayectoria ininterrumpida de casi cuarenta años en la faena teatral Puertorriqueña, Teófilo Torres pasa el batón a una nueva cepa de histriones que recogen en su trabajo el arte del monólogo dentro de un marco atrevido, sin restarle la frescura de su juvenil energía.  Con temas que van desde el maltrato hasta el incesto,  la comedia y la tragedia, el eterno “Papo Impala”, Teófilo Torres, toma bajo sus alas a cinco nuevos protégés y crea un RELEVO que promete ser una carrera de fondo con una calidad de primera; sin prisa y sin pausa se levanta el telón.

¿De dónde surge la iniciativa de presentar RELEVO?

(Teófilo respira y medita antes de responder como cuando nos remontamos a un recuerdo) Para el año 2008, luego de salir de la Universidad de Puerto Rico donde trabajaba como profesor, intensifico mi labor con actores jóvenes de escuela superior ya que el trato directo y personal, fuera de las exigencias de la academia, me permitía trabajar mejor con los estudiantes.  Mi intención en ese tiempo era crear un grupo de nuevos actores.  Me he dado a la tarea de trabajar con jóvenes actores o participantes de la Liga de Oratoria.  Voy observando y seleccionando algunos prospectos avanzados y apasionados con el arte.  Fue así, mediante audición, que Paola Cristina, la más joven de las actrices, entró a la producción.

RELEVO es un pase de batón actoral luego de cuarenta años como actor trabajando mayormente monólogos.  Esta nueva generación tiene la oportunidad de ver a un actor saliente para dar nueva vida al espacio del monólogo en Puerto Rico.

Háblame un poco de tus trabajos favoritos

(Con una gran excitación en la voz el actor responde) Mis piezas favoritas son Papo Impala está quitao, A mis amigos de la locura (y respira muy profundo antes de decir) y por supuesto, Albizu.  (Con un notable entusiasmo)  Interpretar a don Pedro Albizu Campos ha sido uno de mis más grandes retos.  Representarlo en su fortaleza de carácter, sin los efectos de la radiación, proyectar su convicción y profunda espiritualidad fue un gran reto.  Doña Iris Martínez, amiga personal de Albizu, me confesó que no creía que pudiese hacer justicia a la figura de don Pedro  con mi interpretación, sin embargo me dijo que lloró cuando me vió salir a escena. (Luego de una pausa, reflexiona) El trabajo solitario del actor es fascinante, pero angustioso.   El enfoque del público está enteramente en uno y la responsabilidad es muy grande; podría incluso provocar una gran ansiedad.

¿Qué te dan los jóvenes mientras trabajas con ellos?

Los jóvenes me dan esperanza y fe en este mundo en el que tantas veces hay tanta negatividad.  Ellos asumen riesgos, exploran y asumen responsabilidad.  Me dan alegría y me retiran de mi lado oscuro de coraje y resentimiento.

¿Coraje por qué?

Resentimiento por una industria que nunca arrancó; por una actividad teatral fracasada.  La producción local de televisión desapareció y allí entran los chicos a reforzarme el sentido de “se puede”, porque me dicen: “no nos hacen falta grandes espacios, ¡lo hacemos donde se pueda!”

Ahora me dirijo a tres de los actores: Melina Alegría de 18 años, Paola Cristina de 16 años y Julián  Garnik de 19, todos galardonados dentro de la Liga de Oratoria de Puerto Rico.

¿Qué se siente trabajar con Teófilo Torres?

(Las chicas responden visiblemente nerviosas, mientras Teófilo se sonroja con la pregunta)

Melina: Pues al principio estaba nerviosa pues Teófilo Torres es intimidante. Uno pensaría que alguien como él trataría a un joven como un súbdito, pero ese no es el caso para nada.  Con Teófilo es un “tú a tú”. (Más se sonroja Teo).  Teófilo no critica; aconseja e inspira.  Es un honor recibir el batón de manos de él.

Paola: Cuando me llamaron yo no sabía quién era Teófilo Torres.  Se lo dije a mi mamá y se emocionó mucho y mi abuela se volvió loca y empezó a gritar.  Cuando lo conocí me puse muy nerviosa y no sabía que esperar, pero estoy muy agradecida porque tiene gran fama pero es muy humilde (ahora Teófilo baja su cabeza) y nos hace sentir que tenemos una oportunidad.  Me siento muy cómoda trabajando con él.

Julián: (El actor respira y dice: “!HUM!”) Desde antes de yo saber que quería hacer teatro por toda mi vida y antes de tener cualquier tipo de educación formal en teatro, yo admiraba a Teófilo.  La gente de mi edad estaban interesados en actores estadounidenses y Teófilo era mi héroe desde que ví la “Guagua aérea” en la escuela como en tercer grado hasta que al fin lo vi en las tablas y supe que él no era como todos los demás actores.  Él es uno de esos que llegan cada mil años y con solo la primera línea de su monólogo sabes que es un actor que está en una liga aparte, así que es un gran honor trabajar con él. Siempre soñé con conocerlo y trabajar con él.

¿Cómo este trabajo mejora al país?

Teófilo: Todo el trabajo que se hace, comunitario, ambiental, de pareja, en fin, todo, empieza con el círculo más cercano.  Le damos confianza al país al inspirar a los que tengo en mi círculo íntimo y de ahí se expande.  Somos agente de cambio hasta donde alcanza.

Melina: Coincido con Teófilo, además, piezas como mi monólogo Rejum crean un espacio de sanación y mi trabajo abre las puertas para que la gente pueda sanar.  Representamos a la juventud talentosa y creativa y además ayudamos a la gente. El propósito de la vida es ayudar y sanar a las personas. Nosotros lo hacemos con el teatro.

Paola: Esto cambia la mentalidad establecida de que un profesional debe ser un adulto con experiencia.  Este proyecto cambia esa mentalidad y nos permite inspirar a otros jóvenes a hacer lo mismo.

Teófilo: Se ayuda haciendo para que otros nos sigan…

Julián: Bueno, hoy  día muchas personas piensan que nuestra generación dejara colapsar al país porque creen que no tenemos interés y disciplinas para echar al país adelante.  Piensan que estamos muy ocupados en el teléfono para tomar acción y que como todas las preguntas las contestamos con Google no tenemos nuestro punto de vista. Con este proyecto contraatacamos esta noción.  Esta generación es tan buena y puede llegar a ser hasta mejor que la generación que está a cargo del país.  Somos creativos, muy disciplinados y tenemos interés e imaginación para llevar al país a un mejor sitio.  Queremos llevar el nombre de Puerto Rico a donde merece estar.

Teófilo: Invitamos a todos a que nos acompañen del 17 – 19 de octubre a las 8:30 p.m. en el Tablao de Paulette en el Cuartel de Ballajá en el Viejo San Juan.  Apoyemos a nuestra nueva generación de actores Puertorriqueños a los cuales, hoy, con gran orgullo, les paso el batón…