El Floridita y la gastronomía en Cuba

Voces Emergentes

altEl turismo cubano crece, una afirmación que corroboran los más de tres millones de viajeros de todo el mundo que llegaron a la isla en 2014, muchos de ellos interesados en conocer la gastronomía nacional.

Expertos consideran que uno de los motivos de viaje para las personas en cualquier país consiste en comprender la culinaria de otros lugares e incluir los sabores en su repertorio personal.

Existen sitios emblemáticos para esos fines, como es el caso del Floridita, muy asociado a la imagen del novelista estadounidense Ernest Hemingway, y en la actualidad con las mejores recetas, tanto de platillos como en cócteles.

Conocido como La Piña de Plata en sus orígenes, el bar-restaurante Floridita abrió el 6 de julio de 1817, y hoy aspira a lograr la categoría de Cinco Tenedores, para colocarse entre los mejores.

Esa celebridad la apoya en variados elementos, sobre todo en la calidad del servicio y en la visita de viajeros de los cinco continentes, por lo que la revista estadounidense Esquire lo incluyó, en 1953, entre los siete bares más famosos del orbe.

Ubicado en el número 557 de la calle Obispo, a las puertas de La Habana Vieja, es también un restaurante visitado por celebridades, pues por sus salones especializados en mariscos y con buena carta de habanos pasaron Paco Rabanne, Naomi Campbell, Matt Dillon, Kate Mosse, Danny Glober, Jack Nicholson, Fito Páez y Jean Paul Belmondo, entre otros destacados.

SIEMPRE UNA NOTA DE COLOR 

Como novedad se creó por su 195 cumpleaños el daiquiri (trago de la casa) más grande del mundo, bebida exclusiva que se anotó para el libro de los récords Guinness. El director del establecimiento, Andrés Arencibia, recordó que fue el 21 de julio de 2012.

Un daiquiri de 275 litros resultó el primer trago de ese día, confeccionado por sus 55 empleados en una copa gigante.

Así que además de la fama del lugar aportada por visitantes ilustres, este sitio tiene un elemento indiscutible de celebridad debido a la confección de aquel trago gigante, emblemático de la casa, que se vertió en una copa fabricada por el artista plástico cubano Lázaro Navarrete.

Así se sobrepasó su marca máxima de 250 litros, al alcanzar los 275 en una faena de 33 minutos, ante un jurado y con supervisión de la embajada británica.

Como principal ingrediente incluyó 88 botellas de ron Havana Club tres años, precisamente con el que, de manera cotidiana, se confecciona el preparado para miles de turistas de todo el mundo.

El recipiente gigante llenó mil 466 copas de la bebida, que se repartieron a los asistentes al récord, muchos de ellos directivos turísticos, gastronómicos y periodistas.

Sobre la creación del daiquiri existen diversas versiones, una de ellas lo sitúa a principios del siglo XX y creado por el ingeniero Pagliuchi, capitán del ejército libertador cubano, en la mina de hierro de Daiquirí.

En ese lugar de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, el militar tuvo una entrevista con su colega norteamericano Jennings S. Cox, y como en la despensa del norteño no encontró más que Gin o Vermouth, ron, azúcar y limón, mezcló algunos ingredientes para mitigar la sed.

La segunda versión data de 1898, cuando las tropas norteamericanas desembarcaron en la playa de la propia zona de Daiquirí, donde el general Shafter, quien las comandaba, unió ron, limón y azúcar, y le añadió hielo para otorgarle el toque de distinción.

Con posterioridad, su verdadero realce ocurrió en La Habana, atribuible al cantinero Emilio González, conocido como Maragato, de origen español. Pero su mayor realce vino de la mano del hispano Constantino Ribalaigua Veri (conocido como Constante), quien lo popularizó precisamente en el Floridita.