Hacia la Federalización de la Deuda Pública: Una nueva Moral y Teoría Jurídica para Exonerar a la Nación Puertorriqueña de la Deuda Publica

Derecho Comercial


Hoy sale una noticia en los medios corporativos que anuncia que  "La 60 Plus Association, una organización de retirados, y el economista Elías Gutiérrez, anunciaron la creación del Coalición "Mainstreet Bondholders" para contrarrestar esfuerzos del gobierno para conseguir que el Congreso apruebe el “Súper Capítulo 9” y para que una junta de control fiscal congresional tome control de las finanzas de la isla.
Esta postura "moral" de los bonistas es errada. Va por el mismo camino de la visión que pregona que todos los contratos se cumplen, que todas las deudas se pagan, que quien toma prestado se benefició y tiene que pagar, que la deuda creció por la mala administración o corrupción de los gobernantes del territorio. Es la moral de los acreedores, bonistas y de la metrópolis.
Es falso que la deuda se convirtiera en impagable causada por la mala administración de los puertorriqueños o la corrupción de sus gobernantes. Al terminar el cuatrienio del gobernador Pedro Roselló la deuda pública rondaba $24 billones. Entonces era pagable. Cuando el gobierno federal elimina los beneficios contributivos a las compañías 936 durante el periodo 1996 al 2006, no ofrece alternativas sustitutas para el desarrollo de las fuerzas productivas de la nación boricua. Las administraciones coloniales se ven forzadas a tomar préstamos, alentados por la triple excensión contributiva reconocida por la Ley Federal Jones, para cubrir gastos recurrentes y obra pública. Se autoriza a tomar prestado pero se niegan al territorio facultades o poderes para crear y proteger riquezas. 
Es el periodo del gran abandono del gobierno federal hacia Puerto Rico, el del gran éxodo, de la devaluación del crédito, desvalorización de los bienes y riquezas, la sequía del jardín, abandono que es el origen de la depresión y crisis profunda que vivimos. Por eso podemos concluir que la causa eficiente de la deuda pública impagable de hoy ha sido el control absoluto y abandono de Puerto Rico por el gobierno federal y debe ser éste el responsable de la deuda pública frente a los bonistas y acreedores.
Conforme a los estudios del Centro para la Nueva Economía, desde el año 2000 al 2014 la deuda pública creció $48 billones hasta ascender a la suma impagable de hoy de $73 billones. El control absoluto de la soberanía o la ausencia de igualdad al negarle participación a los puertorriqueños residentes de la isla en la votación por los cargos federales, propicia el control absoluto que no permite mecanismos para crear o proteger riqueza a la nación puertorriqueña. La metrópolis le niega incluso los mecanismos de quiebra al territorio colonial.
La visión moral y jurídica de los bonistas antes resumida es errada y falsa. No todas las deudas tienen que ser pagadas. En situaciones de equidad y justicia el derecho recoge los valores o consensos mas altos y sublimes de la experiencia humana. Y el derecho reconoce variedad de excepciones al pago de las deudas. 

Frente a esta "moral" o " sentido común" de los acreedores o bonistas de la deuda de exprimir al pueblo puertorriqueño con tributos y medidas neoliberales abusivas no solidarias para que pague la deuda, hay que desarrollar una moral del pueblo puertorriqueño de aquí y de la diáspora para profundizar en el propósito o fin de "la federalización de la deuda pública". 

Todos los caminos éticos y jurídicos conducen a la conclusión o fin de que el ente poderoso  que controla al mas pequeño como un imperio a una colonia, el esclavista a  un esclavo o el victimario a una víctima, tiene que ser el responsable de sus deudas. 

Esta óptica moral y jurídica está recogida en el derecho obligatorio internacional ("Jus Cogens") con la figura de deuda colonial odiosa que dispone que las deudas coloniales tienen que ser pagadas por la metrópolis colonial; también se reconoce en el derecho anglosajón y en el derecho civil bajo diversas teorías del control fiduciario o administrativo.

Los casos de la Corte Suprema Federal sobre casos y asuntos de las naciones indias controlados por el gobierno federal le han impuesto al gobierno federal la responsabilidad por diversas obligaciones. La normativa de incumplimiento de deberes federales fiduciarios con sus territorios o de incumplimiento contractual como lo es incumplir sus deberes contractuales bajo el tratado de París, o la exoneración de las deudas de pequeños alter egos controlados por otros entes corporativos, la repudiación de la herencia por los herederos, la exoneración de las deudas de los quebrados, todas estas figuras jurídicas reconocen la moral de exoneración de las deudas de los más débiles como David para imponer la responsabilidad al Goliat que controla.

A todos los sectores populares y comerciales incluidos los bonistas les conviene que el deudor sea solvente y ese gigante controlador federal sea el que pague la deuda. 

Está maduro el camino para una gran convergencia nacional dirigida hacia la federalización de la deuda pública.

El rol de los intelectuales, de los que escriben columnas y forman opinión debe ser difundir esta visión para crear un nuevo sentido común que fomente la convergencia y disipe la fragmentación:  A la nación boricua de aqui y de la diáspora, nuestro David, le asiste la moral, el derecho, las ideas nobles, para forzar a Goliat, al gobierno federal a reconocer su obligación de responder por la deuda pública colonial.