The Intern o el profundo regreso a la buena familia [blanca] americana

Cine caribe

El sueño americano ha vuelto. Varias películas de verano, punto neurálgico de ese tipo de cine no los recuerdan, que en esta temporada se presentan todas las películas, también en diciembre, que unen a la familia. Pero ojo, sigue siendo la familia tradicional y como esta se compone. Así las cosas, The intern (Dir. Nancy Meyers, EE.UU., 2015) es una interesante apuesta, escrita y dirigida por una mujer, que nos invita a pensar en la familia tradicional – no tan tradicional – desde la mirada de la mujer.

Jules (Anne Hathaway) tiene un marido que se ocupa del hogar, Matt (Anders Holms), y comparten una hija. Así las cosa ella es una exitosa empresaria de las e-industrias, y como tal, intenta en todo momento hacerse en el mundo de las ventas cibernéticas. Tiene una empresa de perfil joven donde todo se organiza de forma alternativa. Como parte de esto, deciden contratar a adultos mayores en un programa experimental para darles un tipo de capacitación en la vejez. Ben (Robert de Niro) llega al filme como el interno de Jules, y de ahí en adelante se desarrolla la película. No sin contradicciones él se convierte en el mentor de vida de ella. Su amigo a quien se le puede contar las debilidades de la vida.

La película es interesante pues intenta contar porque la vida de la mujer, empresaria, propietaria, poderosa, no es exitosa. La historia de la película no es la de la empleada, sino de la propietaria. Si usted puede vivir con esa, entonces se puede disfrutar la película que nos invita a una reflexión, no menos pertinente, de la desigualdad de la mujer en el poder. No cuento, pues esa es la película, y realmente, vale la pena verla, aunque usted se pueda deprimir.

Las actuaciones de Hathaway y de Niro son memorables. La de ella le podría dar una candidatura, pues es posiblemente una de sus mejores. Pero que cada cual decida. Yo, en cine estrictamente comercial, la iría a ver. Usted decide.