¿Estaremos educando para la maldad? ¿Cuántas veces no se repite en las pantallas la escena del matón del narco que entra vestido con la blanca bata a cometer sus fechorías? ¿Cuántas veces los medios del país y la televisión se interesan más por la figura del asesino que por la figura de las vidas perdidas por su causa? ¿Qué clase de contubernio tienen los medios para mantener las cárceles llenas? ¿Por qué las clases gratis en cómo ser malvados y famosos? Es lógico y más viejo que el frío: La educación forma, mientras que los medios deforman. Tan simple como la semilla que plantamos, el fruto que obtenemos.
Tomamos la arcilla o el barro y creamos algo útil, duradero o artístico y nos llevamos el crédito. Le damos forma con nuestras manos a la vida. Lo que me lleva a pensar en todo lo siguiente:
Legalizar la marihuana parece chiste para muchos, pero no para mí que he visto jóvenes perderse, perder sus buenos amigos, la familia que los echa, las parejas que las abandonan. Todo por la presión de grupo que empieza en la yerba que atonta, desbalancea y da una nota cool. En mi clase, a todos los que piensen que es inofensiva, les quito la inocencia con pruebas y estudios que afirman entre otras cosas que el que no la ha usado ha sido y es más feliz que el que la usa. Cada cosa tiene una forma, un uso y solo los enfermos deben usar las drogas, no los sanos.
Me entristece a mí, ver vidas perdidas… ¿Cómo se sentirán los familiares y amigos? Ya sé. No siempre pasa, pero te aconsejo que, si la nota no te basta y quieres probar con otras cosas por ahí, por ese caminito, la vuelta atrás pocos la logran y, te lo digo bajito: te va la vida y el futuro.
Vivo y dejo vivir, pero las intenciones de manipulación social con baile, baraja y bachata, están pululando; y, debo hacer escuchar esta voz, que no es solo mía, sino de muchos e incluyo a exadictos, bravos que, contra todo pronóstico y síndromes de retiro severos, salieron del infierno y lo atestiguan. Jeremy Ortiz Tomassini, recientemente indultado por el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, piensa igual.
Para ser feliz, no hace falta ninguna sustancia, sino tu perseverancia en alcanzar aquello que anhelas y me despido con algo que siempre le digo a mis estudiantes: El que fuma menos, es más inteligente. ¡Vive más!
Crédito foto: Katheirne Hitt, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-nd/2.0/)