La mayoría de mis publicaciones en las redes sociales obtienen los famosos “likes” (me gusta) por parte de amistades y conocidos. ¡Y siempre recibo “likes” y mucho! Pero esta publicación a continuación no fue así. ¿Será que el dicho popular acerca que “el mono sabe el palo que trepa” se aplicará a las redes con el dicho “Y el mono sabe a qué darle like y a que no”? ¿Le habrá caído el sello a alguien de la mayoría de los conocidos y amistades del ámbito político a quienes tengo en mis redes? La respuesta no la sé, pero lo que no dudo es que mi publicación fue leída por muchos.
La palabra liderato se ha desarrollado de distintas maneras y su significado es variado. La forma de obtener esta cualidad puede ser cuestionable o puede ser adquirida por el reconocimiento por parte de otros. Pero al final, a mi entender el significado de la palabra líder debe de ser un individuo recto y firme en las responsabilidades a los que un grupo de personas de alguna colectividad decidieron delegar unas facultades. El liderato conlleva la dirección buscando siempre un norte y si la colectividad decide que ese norte es equivocado, debe este de colaborar para que el nuevo norte sea posible siempre con la autoridad y capacidad de defender su punto, pero no de imponerlo. El líder dirige, su primer y único mandamiento es la ley del organismo al cual responde. Un líder debe de ser "pushing" o en otras palabras un poco fuerte o fuerte por completo. No es un puesto de blandos, si no de personas que estuvieron dispuesto a dar el pie hacia adelante para llevar a cabo el cumplimiento de unas nuevas responsabilidades.
El líder es visionario y comparte su visión con su colectividad y por la estima, respeto y autoridad que ha ganado puede ser que su visión sea aceptada. Los enemigos a la obra que puedas realizar bajo su dirección siempre estarán, es por ello que no es un billete de $100. Una de las destrezas que se aprende bajo el liderato es delegación hacia los demás, pero de igual forma se aprende que si hay que trabajar, el trabajo lo hace. A veces pensamos que no somos lo suficientemente líder, pero hay que recordar que no porque a otra persona le hayan otorgado una facultad, se le hace merecedor de reconocer su liderato ya que una cosa es que alguien de poder se la otorgue y otra que se la reconozca su colectividad. El liderato se lleva hasta que estés en el fin de tus días. No es sello de goma o de nombre que luego se pasa a otro. El verdadero líder aprende a crear otros líderes porque el día que no esté o no pueda estar, su colectividad no se puede derrumbar. No se sabe cuan líder se puede ser en la vida hasta que no abres los ojos y dices; esta es mi vida, este es mi futuro, "If I don't fight for the things that I want, nobody will do it for me" (si no lucho por las cosas que quiero, nadie lo habrá de hacer por mi).
El ser humano es egoísta por nacimiento y siente morbo al ver a otro en el piso, mientras que un genuino líder siente empatía por que estuvo a bajo y se superó. El morbo ante la caída del compañero no existe ya que un verdadero líder lo ayuda a continuar. La seguridad del nuevo dirigente es muy importante y por ello no puede estar pendiente a quien desea “serruchar el palo” o quien le está velando ya que un que está seguro que, si su servicio ha sido de excelencia, su colectividad lo apoyará. De un líder puedo seguir escribiendo, pero solo sé que la palabra líder no muchos la saben definir y muchos la pretenden cargar.
Es nuestro deber como seres humanos, como puertorriqueños, como una raza de superación aprender a ser líderes en nuestros tiempos y circunstancias. El progreso de nuestra sociedad será positivo en la medida en que nos empoderemos de las verdaderas responsabilidades que hemos delegados en falsos líderes. Pongámosle el nombre que deseemos; Thomas Rivera Schatz, Alejandro García Padilla, Rafael Hernández Colón, Jorge de Castro Font, Wanda Rolón, Yiye Ávila, entre otros. Las necesidades que podamos tener como sociedad, sin duda alguna tienen su génesis en nosotros como individuo y es por ello que somos nosotros quienes las conocemos en realidad.
La síntesis de todo lo que he escrito se resume en nuestra necesidad de aprender a ser líderes y la gran responsabilidad que como puertorriqueños hemos de tomar para echar hacia adelante nuestro país. Estas responsabilidades comienzan en nuestro hogar con nuestros hijos y padres, con nuestra sociedad, con nuestro medio ambiente, con nuestras universidades, con todo aquello que contribuye a ordenarnos como sociedad civilizada. Es fácil culpar a los demás de los problemas y rumbo de nuestro Puerto Rico, pero al final todo se resume en nuestra dejadez de ser verdaderos líderes de cambio para nuestra sociedad. Un cambio positivo no viene cada cuatro años al seleccionar a nuevos “líderes” o al ir los domingos a la iglesia de predilección a escuchar el salmo de un “líder” religioso, un cambio positivo comienza desde que abres los ojos ante un nuevo amanecer.
Crédito foto: Angel Xavier Viera-Vargas,ÂÂ www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/deed.es)