Deadpool o una película ligera con 107 muertos

Cine caribe

Ir al cine se ha tornado en un proceso complejo. Lo que nos anuncian no corresponde con lo que vemos. La última película de acción, Deadpool (Dir. Tim Miller, EE.UU., 2016), es un acierto en un desierto.

Es un acierto, pues dado al buen guión (guionistas Rhett Reese, Paul Wernick, entre otros) pese a todas las personas que matan, asesinan, descuartizan y sobre todo trituran en esta película, la misma tiene buenos momentos de risa, ternura y sobre todo alguna ética.

Deadpool versa sobre la historia de Wade (Ryan Reynolds) quien es sometido a un proceso de regeneración de su DNA, que lo convierte en una súper maquina. El participa en el experimento, pues le habían diagnosticado un cáncer terminal, y su novia Vanessa (Morena Baccarin) le había prometido pelear por su vida. El simplemente se metió en un programa especial dirigido por Ajax (Ed Skrein). El resto es la trama, los tiros, las patadas, la sangre, y sobre todo.

La película logra incorporar de forma muy ocurrente una buena calidad de música, como a su vez un interesante guión que corre a varios tiempos. La película siempre va contando donde comenzamos, pero luego nos cuenta donde estamos, y finalmente, regresa a como termina la película. Es muy cómico pero en la primera escena, donde por lo menos mueren 14 personas, Wade nos explica que pese a toda la violencia se trata de una película de amor. Cómico, ¿no?

Vayan a verla, es una película muy ligera y suavecita, pese a los muertos. Usted, a fin de cuentas, se ríe. Pero si quiere, no la vea. Siempre hay otras películas que ver.