Francia: música satura la noche más breve del año

Cultura

Una de las mayores manifestaciones culturales francesas tiene lugar hoy cuando se celebra en el país la Fiesta de la Música, durante la cual intérpretes aficionados y profesionales actúan gratuitamente en teatros, edificios y plazas públicas.

Creado en 1982, el evento reúne a los más diversos géneros de este arte para saturar de melodías la noche más corta del año marcada por el solsticio de verano, una fecha enraizada con la historia y las tradiciones más remotas del pueblo galo.

Los antiguos habitantes de este territorio celebraban cada 21 de junio la apoteosis del ciclo solar y esa noche la gente se internaba en los bosques donde danzaba y cantaba alrededor de grandes hogueras.

Mientras, los druidas cortaban en silencio las flores y plantas destinadas a preparar pociones curativas, los filtros de amor y los encantamientos.

Perdidas por la modernidad, estas fiestas fueron rescatadas de alguna manera durante el gobierno de François Miterrand (1981-1995), cuando se decidió convertir la jornada en una extraordinaria sesión musical abierta a todo el que quiera participar, como espectador o actor.

Esta edición, la número 31, estará dedicada al aniversario 50 del denominado género pop y dondequiera podrán escucharse los acordes puestos de moda en los años 60 por grupos como los Beatles, los Rolling Stones o los Beach Boys.

No obstante, también habrá espacio para otras manifestaciones, como ocurrirá en el Museo del Louvre, donde debajo de la gran pirámide la orquesta de París interpretará temas de inspiración española, como el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.

Los jardines del Palais-Royal, la Plaza Denfert-Rochereau, la catedral gótica de Saint-Denis, serán también escenario de numerosos conciertos.

En todas las ciudades y pueblos de Francia se programaron actividades musicales y de otro tipo, como la proyección abierta del filme "Woodstock", en la localidad de Soissons, y un "concierto silencioso", en Toulouse.

Las presentaciones comenzarán por la tarde y algunas se extenderán, como solía ocurrir entre los antiguos galos, hasta que amanezca el nuevo día.