La comedia hoy en cartelera en Puerto Rico, Going in style (Dir. Zach Braff, EE.UU., 2017) vale la pena ser vista. No porque es comedia, sino por el nuevo discurso ético que Hollywood se ha puesto a pregonar. En la relación entre deudor hipotecario y acreedor hipotecario, la banca ha asumido la posición incorrecta. Ante esto, se ha tornado más común ver películas que abiertamente nos inducen a pensar, y tal vez a actuar, que robar un banco, que lo exprime a uno, se ha convertido en un acto de “legítima defensa” al patrimonio personal.
Ya lo habíamos visto en la película Hell or High Water (Dir. David Mackenzie, EE.UU., 2016), la cual estuvo nominada para el Oscar de mejor película. El planteamiento en esta, como en Going in Style, es curiosamente similar: las ejecuciones de hipoteca se han convertido en una forma de descapitalización al pueblo trabajador, con lo cual cualquier reacción violenta, por parte de dicho pueblo, se puede entender.
Dicho lo anterior, en Going in Style, uno de tres amigos Willie (Michael Caine), se encuentra en una situación difícil, en la cual va a perder su casa donde vive con su hija y nieta, las cuales ya habían perdido su casa. En esa medida, y producto de una experiencia vivida en el banco, decide robar un banco. Les consulta a sus amigos del alma, excompañeros de una compañía manufacturera, que los está dejando en la quilla con el colapso del sistema de pensiones. Sus amigos Joe (Morgan Freeman) y Albert (Allan Arkin) deciden participar en la propuesta de Willie (Cain): robar un banco. El resto es pura comedia.
La película tiene un buen reparto, quienes logran ejecutar correctamente sus roles. Ahora bien, el guion tiene demasiadas lagunas las cuales nunca se explican o no se cierran adecuadamente. Pese a estos problemas estructurales, y por ser una comedia, la película merece ser vista. A reír un rato. Adelante.