Declaran que la salud es fundamental para el desarrollo sostenible

Salud
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En la Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) se ha adoptado una serie de medidas que pueden contribuir a lograr un mundo más equitativo, limpio, verde y próspero, y se han reconocido los importantes vínculos existentes entre la salud y el desarrollo.

La salud está relacionada con el desarrollo sostenible

El documento final, «El futuro que queremos», acordado por los Estados Miembros asistentes a la conferencia celebrada del 20 al 22 de junio, destaca que una mejor salud es «una condición previa, un resultado y un indicador de las tres dimensiones del desarrollo sostenible».

«La atención prestada a los vínculos entre la salud y el desarrollo sostenible es fundamental» dijo la Dra. Margaret Chan, Directora General de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Las personas saludables están más aptas para aprender, producir y contribuir a su comunidad. Al mismo tiempo, un medio ambiente saludable es una condición previa para la buena salud».

El documento final también destaca la importancia de la cobertura sanitaria universal para mejorar la salud, la cohesión social y el desarrollo humano y económico sostenible. Asimismo, reconoce que la carga y la amenaza que representan las enfermedades no transmisibles a nivel mundial constituyen uno de los principales obstáculos al desarrollo sostenible en el siglo XXI.

En el documento se afirma: «Estamos convencidos de que las medidas sobre los determinantes sociales y ambientales de la salud, tanto para los pobres y vulnerables como para toda la población, son importantes para crear sociedades inclusivas, equitativas, económicamente productivas y sanas. Pedimos que se logre plenamente el derecho de todos a disfrutar del más alto nivel posible de salud física y mental.»

 

Temas relacionados con la salud

Los temas sobre el desarrollo relacionados con la salud que se abordan detalladamente en el documento final son:

• el acceso a mejores servicios energéticos, en particular soluciones sostenibles para la cocción de los alimentos y la calefacción, que pueden reducir significativamente las muertes por neumonía en los niños y por enfermedades cardiopulmonares en los adultos, en relación con la contaminación del aire de interiores;

• una mayor atención a medidas de planificación urbana, como viviendas y transportes más sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético, que pueden reducir de forma significativa el riesgo de muchas enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiopulmonares relacionadas con la contaminación atmosférica o los riesgos para la salud derivados de la inactividad física y de las lesiones causadas por el tránsito;

• la mejora del saneamiento en las ciudades y poblados, que constituirá una protección frente a la propagación de las enfermedades transmisibles;

• sistemas de alimentación sostenibles que combatan el hambre y contribuyan a mejorar la salud y la nutrición;

• un uso más sostenible del agua, que atienda las necesidades básicas de agua de bebida salubre, y una administración del suministro del agua de riego;

• la garantía de que todos los trabajos y lugares de trabajo cumplen unas normas mínimas sanitarias y de seguridad para reducir el cáncer, las neumopatías crónicas, las lesiones y las muertes prematuras.

 

Cobertura sanitaria universal

La conferencia Río+20 también señaló la necesidad vital de una cobertura sanitaria universal que abarque políticas de prevención, protección y promoción de la salud pública. Cada año 150 millones de personas sufren grandes apuros económicos porque están enfermos y les resulta inasequible el pago de los servicios o medicamentos que necesitan para recuperarse. La cobertura sanitaria universal ayuda a luchar contra la pobreza y a crear comunidades más resilientes y prósperas.

 

Protección y fomento de la salud humana

Uno de los resultados de la Conferencia de Río (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo) de 1992 fue el Programa 21, un plan integral de acción mundial y local, cuyo capítulo 6 se centró en la ‘Protección y fomento de la salud humana’.

 

Durante los últimos 20 años, la OMS ha trabajado en las cinco áreas definidas en ese capítulo:

• satisfacción de las necesidades de atención primaria de la salud, sobre todo en las zonas rurales;

• lucha contra las enfermedades transmisibles;

• protección de los grupos vulnerables;

• solución del problema de la salubridad urbana, y

• reducción de los riesgos medioambientales para la salud, a menudo agravados por el desarrollo no sostenible.

 

La Organización proseguirá dicha labor y ampliará los esfuerzos para ayudar a los países a alcanzar la cobertura sanitaria universal y a prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles.