Primera carta enviada a Aleida March desde El Congo, 1965:

Historia

alt[Nota Editorial: Desde su salida hacia El Congo, en abril de 1965, al frente de un grupo de combatientes cubanos y hasta su última guerrilla en Bolivia entre 1966 y 1967, Ernesto Che Guevara mantuvo una emotiva e íntima comunicación personal con su esposa Aleida March. De Evocación, libro escrito por la compañera del Che y editado por Ocean Sur, rescatamos cartas que revelan una vez más al hombre sensible, al padre, al amante. Rescatado de Cubadebate].

Mi única en el mundo:

(Se lo pedí prestado al viejo Hickmet)

¿Qué milagro has hecho con mi pobre y viejo caparazón, ya no me interesa el abrazo real y sueño con las concavidades en que me acomodabas y en tu olor y en tus caricias toscas y guajiras?

Esto es otra Sierra Maestra pero sin el sabor de la construcción ni, todavía al menos, la satisfacción de sentirlo mío.

Todo transcurre con un ritmo lento, como si la guerra fuera una cosa para pasado mañana. Por ahora, tu temor de que me maten es tan infundado como tus celos.

Mi trabajo se compone de la enseñanza de francés en varias clases al día, aprendizaje de swahili y medicina. Dentro de unos días comenzaré un trabajo serio, pero de entrenamiento. Una especie de Minas del Frío, de la de la guerra; no la que visitamos juntos.

Dale un beso cuidadoso a cada crío (también a Hildita).

Sácate una foto con todos ellos y mándala. No muy grande y otra chiquita. Aprende francés, más que enfermería y quiéreme.

Un largo beso, como de reencuentro.

Te quiere

Tatu