El PNP y el culebrón al poder de Pedro Pierluisi

Voces Emergentes

altLos puertorriqueños hemos vivido momentos históricos. Logramos el triunfo de una revolución sin derramar una gota de sangre. Nos enfrentamos a un gobernante inepto, corrupto, que se avergonzaba de sus orígenes boricuas y planificaba con sus esbirros la desaparición de nuestra identidad. Empleando esquemas ingeniados por Edwin Miranda, Carlos Bermúdez y manipulados por Elías Sánchez, Ricardo Rosselló Nevares destruyó nuestro sistema educativo, aplastó programas comunitarios y facilito acceso a los recursos públicos a sus allegados.

Rosselló Nevares se ganó el premio al Pinocho del siglo XXI. Gracias a sus mentiras tenemos una Junta de Supervisión Fiscal, no podemos olvidar que él y Jennifer González, en representación de sus amigos bonistas, evitaron que el Congreso nos permitiera declararnos en quiebra. Sabotearon el proyecto de ley, presentado entonces por el Comisionado Residente Pedro R. Pierluisi Urrutia y el exgobernador Alejandro García Padilla, que solicitaba la quiebra bajo el Capítulo 9 de la Ley de Quiebra federal. Logró el triunfo electoral bajo su Partido Nuevo Progresista (PNP) a base de mentiras y engaños. Hizo uso de los símbolos nacionales y se enjuagó la boca con la palabra patria.

Muchos fueron víctimas de su cara inocentona, todos advirtieron sobre su inexperiencia y falta de compromiso, más la mayoría lo avaló con su voto. Fueron unas elecciones donde el voto se diluyó entre cinco candidatos porque los puertorriqueños buscábamos un cambio.

Entonces nos impactó el momento más oscuro de nuestra historia en este siglo, los embates de los huracanes Irma y María. Rosselló Nevares nos mintió, se apropió de recursos para utilizarlos en beneficio de sus amiguetes, dejó al pueblo acéfalo de liderazgo, ocultó a nuestros muertos, se arrodilló humillantemente ante Donald Trump y se burló de nosotros con sus más cercanos colaboradores en chat. Los estrategas del PNP intentaron aprovecharse del dolor del pueblo, abandonado a su ingenio, para vendernos la imagen de santa Beatriz, la Primera Dama de los Pobres, que embarazada repartía ayuda, mientras ocultaba camiones con recursos y les negaba agua a los damnificados. Nos vendieron la imagen de un Rosselló incansable, que con su cara de mamabicho esperaba la ayuda de los federales.

Los “amos benévolos” del norte se burlaron de su idiotez, lo exhibieron como trofeo de cacería en la Casa Blanca para humillarlo nacionalmente. Le sacaron en cara sus mentiras (los federales siempre supieron el número de víctimas a consecuencia de los huracanes) y lo tacharon de oportunista. Descubrieron sus esquemas de corrupción y lo delataron. Los actos del gobernante evitaron que llegaran ayudas necesarias para miles de puertorriqueños, muchos de los cuales aún no han podido reparar sus techos. Nunca olvidaré los ataques de las focas amaestradas del Partido Nuevo Progresista en contra de los que desenmascaramos al corrupto y maquiavélico Rosselló Nevares, al que no le corresponde ni el título de exgobernador porque no terminó el cuatrienio.

La historia contará como un pueblo dignó se reveló contra un grupo de niñatos maléficos. Pero hay otros capítulos que debemos también incluir en esta gesta histórica.

Mañana lunes se determinará si el gobernador Pedro R. Pierluisi Urrutia se queda en La Fortaleza, luego de un golpe de estado magistral. Debemos ponderar que la responsabilidad histórica de escoger quién termine este cuatrienio es del Partido Nuevo Progresista (PNP). Podemos opinar, sugerir, condenar, criticar..., pero al final, es una decisión de sus legisladores. Es un asunto interno entre las filas de la colectividad política que ganó las elecciones del 2016.

La Revolución del Verano 2019, Revolución de Julio o el Verano 2019, como usted quiera llamar a los eventos que culminaron con la salida de Rosselló Nevares, tiene una historia oculta que es todo un “bestseller” que es más interesante que cualquier telenovela (prefiero culebrón) turca.

Todo se inició con una guerra fratricida entre miembros del PNP. Existían al inicio del cuatrienio cuatro facciones dentro del partido de la mayoría: los seguidores de Rosselló o rossellistas que en realidad eran los que veían al joven gobernante como el heredero de su padre, el exgobernador Pedro Rosselló González, conocido como El Mesías; los de Jennifer González, Comisionada Residente; los de Tomás Rivera Schatz, presidente del Senado y los leales estadistas que creen en el ideal, pero no participan en el proselitismo partidista.

Rivera Schatz siempre ha querido ser gobernador, pero por alguna razón (tal vez su ambición desmedida por el poder, carácter dictatorial, intrigas, prepotencia y lo que muchos perciben como una conducta truculenta y traidora) los electores de su partido no lo quieren. Lobo sagaz, vio una oportunidad de desbancar a Rosselló Nevares al conocer sus debilidades y falta de experiencia.

Desde inicios de la gobernanza de Rosselló Nevares se notó la tirantez entre este y el presidente del Senado. Hubo varias escaramuzas intensas como fue la lucha por la erradicación de la Ley 80, que protege a los trabajadores, a la que Rivera Schatz se opuso.

Es de conocimiento público que el primer “chat” (conversación por la aplicación de WhatsApp) divulgado que golpeó al grupito de Fortaleza fue dado a conocer por el jefe supremo del Senado. Empero, confiados en su soberbia, los niñatos no aprendieron del incidente y continuaron con su comunicación tecnológica. Esta vez, pensando en que podían confiar entre ellos, se utilizó una aplicación rusa conocida como Telegram.

Las luchas por poder y las exigencias por contratos y ganancias cada vez mayores de Elías Sánchez, llevaron al entonces secretario de la Gobernación, Raúl Maldonado Gautier, al ostracismo.

Esto ocurrió a la vez que gente honesta como Teresita Fuentes, secretaria de Hacienda, daban a conocer actos de corrupción y se distanciaban de la administración. Al mismo tiempo, los federales fueron cercando el cerco sobre la administración lo que llevó a la salida de la secretaria de Educación, Julia Keleher, al Secretario de Seguridad Pública, Héctor Pesquera y a la directora de la Administración de Seguros de Salud, Ángela Ávila. Keleher, Avila y Alberto Vazquez Piñol, asesor del gobierno y mano derecha de Elías Sánchez, entre otros, fueron arrestados por agentes del Negociado de Investigaciones Federales (FBI).

Maldonado Gautier fue entrevistado por los federales y comenzó a cooperar con estos. Fue despedido por Rosselló Nevares. Los asociados de Rosselló intentaron desacreditarlo, pero su hijo Raúl “Raulie” Maldonado Nieves salió en defensa de su padre, llevó a cabo un “media tour” acusando a Rosselló Nevares de corrupto y de encubrir ilegalidades. Advirtió que tenía unas “pruebas” y los esbirros rossellistas, estúpidamente quisieron crearle un caso legal y lo acusaron de enfermo mental. Ellos buscaron a la super abogada mediática, Mayra López Mulero. Comenzó entonces la cuenta regresiva para la caída del niño bitongo, hijo del Mesías.

Misteriosamente, cuenta una fuente, las hojas, que contenían conversaciones en un chat de Telegram entre Rosselló Nevares y once de sus allegados, llegaron del FBI al escritorio de Rivera Schatz, quien las pasó “pa’ lante”. Vinieron los arrestos. Rosselló se vio forzado a regresar de unas vacaciones familiares en Europa. Las integrantes de la Colectiva Feminista, verdaderas heroínas, lo esperaron en el aeropuerto. El derrocado gobernante hizo una conferencia pública, siguió un libreto escrito por sus amados Miranda y Bermúdez. Pidió disculpas. Para él y los suyos, el 12 de julio todo había terminado, a pesar de las protestas de las feministas.

Entonces, en la madrugada del 13 de julio, periodistas del Centro de Periodismo Investigativo, publicaron las 889 páginas del chat. Las protestas masivas no pararon. El entonces gobernador fue a una iglesia y montó un espectáculo degradante para los fieles, renunció a la presidencia del PNP y a las aspiraciones a la reelección, pero el pueblo lo quería fuera de La Fortaleza. Al final el 24 de julio a las 11:53 de la noche, Rosselló Nevares, anunció su renuncia efectiva el 2 de agosto.

No había un Secretario de Estado en propiedad, así que, siguiendo en orden de sucesión constitucional, le tocaba a la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez Garced, ocupar el cargo de gobernadora. Empero, el pueblo la rechazó por no cumplir con su deber ministerial y presentar acusaciones contra los miembros del chat.

Rosselló necesitaba la confirmación de ambas cámaras legislativas para nombrar a un Secretario de Estado. Inició negociaciones. Presentó siete alternativas, pero Tomás Rivera Schatz quería el nombramiento. Vio la oportunidad de su vida para llegar a su sueño dorado porque está consciente que nunca ganará unas primarias por el rechazo que le tienen los militantes del PNP.

El grupo del inepto Rosselló no estaba dispuesto a regalarle a su enemigo, al que apodan Tiburón Blanco, por lo inmisericorde a la hora de aplastar a sus enemigos, el trono en el Salón de los Espejos en el Palacio de Santa Catalina. Le hicieron creer que lo nombrarían, pero no lo hicieron. Tomás pensó que saldría victorioso porque el pueblo no quería a Vázquez Garced.

Fuentes anónimas me cuentan que el Tiburón intentó cortar un acuerdo con Wanda Vázquez para que esta asumiera el cargo y renunciara luego de hacerlo Secretario de Estado. Wandita lo conoce bien, a pesar de las tentadoras ofertas, sabía que la posibilidad de que cumpliera con ellas era menos de cero. Muy lista, Wandita no habló con el Tiburón, todo fue a través de terceros, dis que para no pecar y caer en una trampa.

Sabiéndose entre la espada y la pared, se le encendió el bombillo a Wandita. Recordó a Pedro Pierluisi, el rival de Rosselló en las primarias del PNP para la gobernación en el 2016. Habló con el abatido y deprimido Rosselló. Una representante de Wanda se acercó a Pierluisi, este originalmente no aceptó. Conociendo el gran afecto que existe entre Pierluisi y su hermana Caridad, la gente de Rosselló se acercó a Caridad y su esposo Andy Guillermard. Hubo intensas negociaciones. Al final los Guillermard Pierluisi convencieron a Pierluisi Urrutia, que por el bien de Puerto Rico, del PNP y de la estadidad, debería aceptar. Aceptó.

Las últimas horas de la gobernanza de Rosselló Nevares, que abandonó el país el 1 de agosto, fueron las de Wanda Vézquez Garced.

Cuando el Senado pospuso considerar a Pierluisi, la gente de Rosselló y Guillermard se concentraron en obtener los votos en la Cámara de Representantes. Wandita tenía la opinión legal preparada para que, de Pedro Pierluisi ser avalado por la Cámara, ascendiera al poder basándose en la ley 5 del 2005 que enmendaba la ley 7 de 1952. Esta controversial ley, fue presentada en el 2005 por la actual Comisionada Residente, Jennifer González, en una movida política para permitir que la nominada a la Secretaría de Estado, a la cual la Legislatura PNP no había avalado pudiera tomar posesión de la Gobernación en caso del arresto del entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá acusado de 24 cargos federales.

Tan pronto la Cámara de Representantes aprobó a Pedro Pierluisi como Secretario de Estado este fue juramentado en casa de su hermana, Caridad.

Tomás Rivera Schatz no contaba con esta movida. Cuentan que explotó furibundo.

En un gesto político, y dejando claro que ahora es el gobernador, Pierluisi Urrutia indicó que asistirá a una sesión de votación del Senado para ratificar su gobernanza, algo no contemplado en la Constitución. Pero, para los penepés, la Constitución solo funciona cuando la emplean para sustentar sus maquinaciones, fuera de eso es un papel colonial que no sirve de mucho.

Pedro Pierluisi, abogado y cabildero, cuenta con el apoyo de poderosos congresistas demócratas en Washington, también con algunos republicanos. No podemos olvidar su relación con la Junta de Supervisión Fiscal y Wall Street. Es un político serio y respetado. Luce el papel del mandatario. Existen muchos cuestionamientos sobres sus lealtades e intereses económicos. Sin embargo, las grandes interrogantes son si pondrá a un lado sus intereses personales y profesionales para servir debidamente a Puerto Rico, desmantelar la mafia corrupta de Elías Sánchez y evitar que sea sustituida por la de su cuñado Andy Guillermard.

¿Permanecerá Pedro Pierluisi en la Gobernación? Lo sabremos mañana. La decisión es del dolido Rivera Schatz y de sus senadores. Hasta esta mañana, Pierluisi no cuenta con los votos, pero las presiones son muchas. Los penepés, en medio de esta guerra interna sin cuartel, han secuestrado a Puerto Rico y pisoteado la mal llamada democracia. No avalar a Pierluisi significará una lucha contra la base de PNP y los grandes intereses que sustentan sus campañas políticas. No creo, los senadores sean capaces de poner su seguridad económica en peligro.

Si usted es uno de los buenos puertorriqueños y puertorriqueñas, que amamos la Patria, honramos a nuestro pueblo y queremos un cambio verdadero, no nos queda más que observar, estar vigilantes, no permitir abusos ni actos corruptos y a la postre sacar con nuestro voto a los politicastros en noviembre 2020.