En el salón virtual de la clase de ciencia teatral, el colegio estrena una nueva tecnología que ha revolucionado la manera de hacer representaciones.
Gritan. Fingen pelearse, cambian sus máscaras. Gritan. Fingen quedarse tranquilos. Gritan. Afirman la destrucción del pacto social. Gritan. Dan vueltas alrededor del muerto tirado en la calle. En silencio, dos estudiantes simulan recoger del suelo al cadáver más vivo de las primeras décadas del siglo XXI, el cadáver con misión. Los jóvenes mutados ya comentan entre ellos lo tonto que se siente interpretar la ignorancia.