Ha vuelto la bruma densa
como una tristeza de alas deshechas.
La silueta agazapada busca
el azul ido del cielo
en el cuerpo tendido de los pájaros del pavimento.
Hace mucho que no llueve.
Nadie mira un arcoíris de arenas
ni al desierto que visita y gime también su descalabro.
¡Quien haya quemado las nubes sin agua,
quien haya llenado de insalubres polvos el humor acuoso
quien haya caminado sin alzarse al techo de su tierra
que se detenga…
que me abra el espacio azul en dos
que necesito respirar!