Cenntenials y Millenials contra Baby Boomers: cordura y nuevos aires políticos

Caribe Hoy

Estas elecciones en Puerto Rico marcan un punto de cambio en la forma de gobernanza política que quiere el país como colectivo.  El país busca gobernantes balanceados que más allá de politiquerías hagan política pública para el bienestar de todos los puertorriqueños y puertorriqueñas.  En ese sentido, la inserción del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) al ruedo político insufló aires nuevos para llevar el mensaje claro de que, para lograr progresar en el país, hay acabar el bipartidismo.  El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) hizo lo propio.

Sin duda tanto el MVC como el PIP hicieron unos trabajos muy acertados y positivos. MVC, me parecería a mí, es el partido que realmente más adelanto político tuvo en esta contienda.  Desde esa mirada es un movimiento ganador. Con su discurso, MVC atrajo muchos votos de jóvenes primeros votantes, Centennials o generación Z, y de los Millenials o generación Y.

La mirada de estos votantes de las generaciones Centennials y Milenios tiende a ser menos conformista, más tecnológica, y una que espera resultados y transformaciones inmediatas. Sin embargo, esa mirada de esperar resultados o transformaciones políticas y sociales inmediatas ha provocado una discusión hostil y agresiva en las redes sociales, en contra de otras generaciones más adultas, particularmente la de los Baby Boomers.

Algunos Centnnials y Millenials han comenzado un movimiento en las redes sociales de hostigamiento y abuso (“cyber-bullying”) contra los llamados “viejos” y “baby boomers”. Estas generaciones jóvenes culpan burdamente a las generaciones más adultas de que haya ganado una vez más el bipartidismo, por el ejercicio del voto íntegro.  Aunque comparto la frustración que estos jóvenes sienten hacia el bipartidismo político, y también busco el fin de esa práctica; la retórica agresiva de estas generaciones no es tan solo una irónica, sino que es contraria a los derechos de igualdad, respeto e inclusión que ellos pregonan.  Y, dicho sea de paso, hay muchos jóvenes de esas mismas generaciones, que, a pesar de los pesares, votan de forma íntegra, sea por tradición o convencimiento.

El “cyber- bullying” de jóvenes hacia los viejos, por asuntos políticos, también denota una falta de conocimiento sobre la historia del surgimiento de movimientos sociales, de las luchas que se han tenido que dar para conseguir derechos humanos, políticos y sociales, que estas generaciones jóvenes dan por sentado.  Podría entenderse que en cierta medida estas generaciones se piensan, como se dice en inglés, “entitled to” muchos estilos de vida que gozan, pero que fueron obtenidos por luchas arduas de los llamados “viejos”. Muchos de los derechos que hoy parecen normales, y que no son cuestionados por los Cenntenials ni Milennials, fueron esfuerzos de luchas y sacrificios intensos de muchos grupos, ahora viejos, particularmente por los Baby Boomers. Estos últimos encabezaron marchas por los derechos civiles, contra la guerra de Vietnam, por tener mejor acceso a vivienda, a educación, a derechos laborales y a la liberación femenina, entre otras luchas. No conceder ni dar mérito al trabajo de campo que los Baby Boomers hicieron para que las nuevas generaciones gocen de los derechos que hoy asumen comunes, podría constituir un acto de arrogancia por ignorancia e inmadurez.

Pero es muy importante entender, que los resultados de las luchas políticas y sociales no se dan ni se reflejan de un día a otro, como las generaciones de Cenntenials y Millenials parecen pensar.  Vivimos en un sistema democrático que se afecta por situaciones históricas, sociales, económicas y políticas.   Pretender que todo el mundo piense de una misma forma o tenga una misma mirada, es un pensamiento irreal.  Eso solo sucede en el mundo de los juegos cibernéticos donde están insertados muchos Cenntenials y Millennials, pero ese mundo es ajeno a la realidad donde hay personas con derecho a pensar, actuar y elegir libremente.

Entonces, mi llamado a estas generaciones jóvenes de Cenntenials y Milennials, es que cesen y detengan el “cyber-bullying” hacia los Baby Boomers y otras generaciones viejas; que se eduquen sobre la historia de los movimientos políticos y sociales; y sobre todo que aprovechen este momento político histórico, para sentarse a entablar un diálogo respetuoso sobre las diferencias entre unos pensamientos y otros.  Por otra parte, hago un llamado para que los y las líderes de estos nuevos movimientos políticos, tengan la madurez política para dialogar con sus huestes y detengan ese tipo de agresión.  Ello, si es que verdaderamente buscan la igualdad y el respeto para todos y todas.

En fin, todos debemos reconocer que el movimiento que comenzó en el verano de 2019 y continuó en las urnas en estas elecciones es un llamado alto y claro al fin del bipartidismo. Todo el pueblo, jóvenes y viejos, queremos un mejor país, libre de politiquería y con una mirada comprometida hacia el verdadero bienestar de Puerto Rico.  De esto no debe quedar duda.