El país chiquito [pero de aspiración democrática grande]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) En el día del evento, 3 de noviembre, conté votos por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) en un colegio electoral en Guaynabo. Así las cosas, fui a una unidad donde no me encontraba inscrito.  La encargada de nosotros, los cuenta votos, me indicó que el voto añadido a mano, debía ser en mi unidad, y no en la unidad especializada de votos añadidos en mi colegio. Eso me intereso, pues cuando pregunté por qué se me explico que los votos añadidos en la unidad especializada, normalmente no se cuentan. Es decir, elección tras elección los votos se pierden, por tratarse de un sistema ineficiente de conteo de votos donde la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) y los representantes de los partidos políticos están conscientes de las distintas prácticas electorales, legítimas o no.

No hay que ser milenial, o seguidor del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) para estar de acuerdo con su reclamo de que la situación en Puerto Rico, es parcialmente caótica.  En otras palabras, las elecciones en la isla se dejan llevar por usos y costumbres, prácticas electorales que no están en el Código Electoral de la isla.  En un proceso electoral descentralizado, en el cual los Comisionados Electorales de cada partido, son responsables del éxito o no del proceso electoral, simplificar el problema a la presidencia e la CEE, es un hecho tergiversado. La responsabilidad del proceso electoral en la isla es mancomunado.

En este sentido la gracia y astucia de MVC ha sido en puntualizar que el sistema en su totalidad está quebrado. En particular, porque en nuestro sistema el partido que hace gobierno (ejecutivo) es el que dirige las elecciones. Este control se ejerce por parte de dicho partido, a través de formas no democráticas, a veces con muchas irregularidades, y en particular a beneficio de el mismo partido.

Pero los otros, los no dominantes, son en parte responsables de la situación, y lo que ha demostrado en esta ocasión MVC es que “agitando el palo” siempre caen frutos. El agite, los ha de beneficiar, pese a que ellos son también coadministradores del evento electoral.

Es momento de ponderar que hemos de hacer para que la democracia crezca y el país no se quede chiquito.  De momento, la democracia se ve limitada por la forma de administrar el país, en la cual todos y todas hemos sido responsables, y no nos deja progresar.  Pensemos.