Adios, Diego Armando Maradona. ¡Hasta luego!

Crítica Deportiva
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Se va también el que se le plantó a la FIFA denunciando a los mafiosos de Joao Havelange cuando ningún jugador de peso lo hacía, incluso formando un sindicato del fútbol. El que se opuso a la AFA de Grondona y le dijo al Papa anterior que si tanto le preocupaban los pobres que venda el oro del Vaticano, aunque luego se hizo amigo del Papa Francisco. Murió quien no tuvo empacho en subirse a un tren para repudiar al ALCA de Bush en Mar del Plata, en una digna actitud antiimperialista.
Su personalidad trascendió las canchas de fútbol, con sus pros y sus contras. Se va el astro del fútbol que tuvo sus luces y sombras. Reconocer su fútbol mágico, no es reivindicar sus conductas políticas ni personales.

Su personalidad tuvo claros y oscuros. Tuvo facetas muy contradictorias por fuera de su genio futbolístico indiscutido. Aunque Maradona se tatuó la figura del Che, equivocadamente siguió al peronismo, desde el menemismo al kirchnerismo, y apoyó entusiastamente a Nicolas Maduro. Y tuvo  conductas repudiables y fue denunciado por violencia de género. Tuvo que reconocer a hijas e hijos después de procesos judiciales y mostró su patético machismo. Conductas que son bien señaladas en su último adiós por quienes con razón no callan, ni silenciarán las conductas machistas y misóginas de ningún famoso, por más ídolo que sea.

Preguntado en un reportaje qué diría ante su muerte, Maradona señaló: “Pondría una lápida que diga: gracias a la pelota”. Por lo que hizo con la pelota y no por sus posiciones políticas o personales, a quienes nos gusta el fútbol lo vamos a recordar como lo hacen millones.