Historia de mujeres puertorriqueñas negras es el título de la última publicación de la escritora y profesora universitaria Rosario Méndez Panedas. La publicación ha sido acogida con beneplácito por los lectores convirtiéndose en uno de los primeros libros de venta en el país.
La obra, una publicación de EDP University, reconstruye las vidas de cuatro mujeres negras que han aportado grandemente a la formación de la idiosincrasia puertorriqueña, pero sus vidas han sido silenciadas por una sociedad patriarcal y discriminatoria. La autora rescata del olvido colectivo las memorias de la educadora Celestina Cordero, progenitora junto a su hermano Rafael Cordero del sistema público de enseñanza; la líder obrero y sufragista Juana Colón; la bibliotecaria, escritora de literatura infantil y gestora cultural Pura Belpré y la grandiosa artista plástica Cecilia Orta.
El libro cuenta con 157 páginas que incluyen, además de las biografías, un prólogo, una introducción, un epílogo en homenaje a mujeres negras que con su aportación han transformado la sociedad puertorriqueña y una abundante bibliografía. La autora te ambienta con el periodo histórico que le tocó vivir a cada biografiada y, al seguir un patrón cronológico en sus historias, te lleva a través de la evolución social de Puerto Rico desde principios del decimonónico hasta la segunda mitad del siglo XX.
Rosario seduce con la palabra. Secuestra al lector con un léxico libre de artificios, fácil de entender, pero contundente a la hora de exponer su mensaje. La obra está cargada de emotividad, constituye un homenaje a cada una de las cuatro mujeres y a su vez es una crítica condenatoria a la sociedad que las ha postergado al olvido.
Leer a Rosario es un encuentro personal con las cuatro mujeres, sus vidas y circunstancias. Méndez Panedas logra en sus narrativas crear un retrato psicológico de las biografiadas que le permite al lector identificarse con las heroínas más allá de un cumulo de datos.
Con su estilo culto, pero a la vez grácil y de fácil comprensión para todo lector, Rosario logra crear una joya literaria que debe ser incluida en el sistema público de enseñanza y ser parte de toda biblioteca puertorriqueña.
Historia de mujeres puertorriqueñas negras ejemplifica las destrezas de Rosario como investigadora historiográfica. A su vez, la obra es una prueba del compromiso de Méndez Panedas con la historia de la mujer, la negritud, la patria puertorriqueña, la educación y la buena literatura.
La autora se integra con ese libro y otros trabajos a la reconstrucción de la historia desde el punto de vista de los olvidados, de los exiliados de la memoria histórica. Rosario Méndez Panedas aporta con Historia de mujeres puertorriqueñas negras a la construcción de una historia narrada desde la verdad de la nación puertorriqueña, no desde el punto de vista de las metrópolis ni los administradores coloniales que han dominado el oficialismo histórico. El libro constituye también un mensaje a los historiadores del país para que en sus investigaciones historiográficas rescaten del olvido colectivo personalidades que han impactado la sociedad en su momento histórico para forjar en sentido identitario nacional.
En la Introducción, titulada “Las silenciadas”, la autora nos dice que, “las cuatro protagonistas de este libro fueron agentes de trasformaciones sociales profundas, intentaron modificar la sociedad en la que vivían tratando de resolver un problema: el analfabetismo de las niñas en el caso de Celestina, las condiciones laborales en el de Juana, el acceso a la educación de los hispanos en Nueva York en el caso de Pura y la enseñanza del arte en el de Cecilia. Su pasión las llevó a ser creativas y disidentes. Fueron mujeres inconformistas que lucharon para transformar su entorno y lograra mejorar las condiciones de vida de los que la rodeaban” (págs. 24-25).
La autora añade, “a través de mi texto me gustaría ser partícipe de una nueva era en la que se lleve a cabo “la sustitución del tiempo del silencio por el tiempo de la palabra…”. (pág. 25).
En la introducción, la autora reconoce también la inspiración que recibió para sus investigaciones de la escritora y educadora Yolanda Arroyo Pizarro y su Cátedra de Mujeres Negras Ancestrales. Destaca Rosario que con esta obra y los cuentos publicados a través de sus trabajos en la Catedra constituye “un reconocimiento a las mujeres negras afrodescendientes y a sus aportaciones culturales, escribir este libro es mi forma de celebrar el Decenio Internacional de los Afrodescendientes” (pág.18).
La autora se define a sí misma como mujer, feminista y educadora. Enfatiza su deuda “con todas las mujeres que antes que yo lucharon para que nosotras tuviéramos el lugar que tenemos hoy en la sociedad. La lucha no ha sido, ni es fácil para la mujer… nuestra presencia ha sido invisibilizada en la historia de la humanidad. La presencia de las mujeres negras ha sido doblemente invisibilizada: por género y por raza” (pág. 18).
Rosario reafirma que el objetivo de su obra “es dar visibilidad a esas mujeres boricuas negras que sí han estado presentes en el quehacer cultural puertorriqueño, pero que aun así han permanecido silenciadas o relegadas en la historiografía oficial” (pág. 18).
“Es un intento de luchar en contra de la fragilidad de la memoria histórica y rescatar de las sombras a esas mujeres boricuas”, añade.
La publicación fue prologada por la galardonada escritora Mayra Santos-Febres. En el prólogo Santos-Febres reconoce la labor investigativa historiográfica realizada por la autora y enfatiza que Rosario en esta obra trasciende su papel como profesora, cuentista y humanista para convertirse en feminista, educadora y mujer.
“Como mujer feminista y educadora, rescata las figuras de Celestina, Juana, Pura y Celia y se dedica a escribir una historia hecha a base de retazos y silencios. Este libro, es pues, una recreación de vidas que no pueden ser contadas, no del todo, ya que la invisibilización sistemática a las mujeres negras solo deja trazos de presencias fantasmas, retazos y huellas que solo pueden ser rescatadas al sesgo”, comenta Santos-Febres.
“Leer a Rosario me hace pensar en los brillantes ensayos de Achille Mbembe y sus trabajos acerca de la raza negra y su relación con el biopoder sobre todo en su libro Necropolítica (2019) … Este libro me pone a temblar ante la duda- ¿nos dará tiempo para rescatar toda la memoria que nos han robado? También me llena de esperanzas…”, concluye la autora de Nuestra señora de la noche.
La portada de Historia de mujeres puertorriqueñas negras es una realización de Nieves Pumarejo. Las magistrales ilustraciones del interior son una creación del artista gráfico Tomás Méndez Panedas. La fotografía de la autora fue tomada por Gema Méndez Panedas. La diagramación de la obra estuvo a cargo de Linnette Cubano García.
