La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU) denunció hoy que el contrato otorgado al presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Jorge Haddock, y ratificado por la junta de Gobierno carece de legalidad.
El contrato establece una remuneración de $240,000 al año, reembolso de gastos de viaje para su relocalización por hasta $5,000, además de incluir participación en los beneficios marginales, como retiro y plan médico de la UPR.
Como punto neurálgico, el contrato con Haddock le concede una plaza con rango de catedrático a concedérsele en caso de cumplir con dos años de trabajo satisfactorio como presidente del centro docente.
“El contrato del Dr. Haddock contiene unas partes que son, en palabras de abogados y abogadas, ultra vires. El proceso de concesión de plazas y rangos en la Universidad de Puerto Rico está reglamentado”, señaló Ángel Rodríguez Rivera, presidente de la APPU.
El dirige del gremio destacó que el Reglamento General de la UPR establece que corresponde a los recintos, a través de sus procesos de régimen de personal, contratar personal docente y conceder rangos.
“La junta de Gobierno violenta el reglamento que tiene el deber ministerial de defender. Ni el Reglamento General de la UPR ni la Ley Universitaria autorizan a la junta a conceder plazas o rangos académicos”, insistió Rodríguez Rivera.
La Universidad de Puerto Rico tiene, como parte de su ordenamiento legal y reglamentario, unos comités de personal compuestos por pares que tienen la tarea de evaluar los expedientes académicos y recomendar plazas y ascensos en rangos.
“Concederle una plaza al Dr. Haddock sin pasar por los procesos que todos/as los/as docentes de la Universidad de Puerto Rico tenemos que pasar es una afrenta a la democracia universitaria. Más importante aún, es una falta de respeto a todos/as los universitarios/as que día a día pasamos vicisitudes en esta institución”, añadió el presidente de la APUU.
La Universidad de Puerto Rico lleva años congelando plazas docentes y en los últimos 10 años se han perdido más de $500 millones en aportación del gobierno de Puerto Rico.
“La situación de la Universidad ha llevado a la precariedad a cientos de compañeros/as que están obligados/as a mantenerse como docentes sin plaza, tanto a tiempo parcial como a tiempo completo. Esta plantilla de docentes sin plaza llega a la UPR con preparación en las mejores universidades del mundo, publicaciones en revistas profesionales de alto prestigio y los mejores deseos de aportar al desarrollo de la UPR y de Puerto Rico”, expresó Rodríguez Rivera.
El dirigente gremial indicó que aún así se les mantiene en condiciones de pobreza y precariedad; se les plantea que no hay plazas, que hay crisis, que no hacen falta.
“Dentro de ese contexto, se le concede una plaza con rango de catedrático al Dr. Haddock sin estudio de necesidades, ni procesos de evaluación por pares. Es un irrespeto y una falta de sensibilidad con esas personas que le dan vida académica a la Universidad”, agregó.
Rodríguez Rivera subrayó que “desde la APPU hacemos un llamado a la junta de Gobierno para que recapaciten y rescindan las partes de ese contrato que viola la ley, (pues) la comunidad universitaria no se merece menos”.