Vi la película sin ningún interes particular. Pero una vez me di cuentra, que trataba de una operaria/sicaria al servicio de los contratistas de la CIA, entonces le puse atención. No por la violencia, sino por lo poco usual de la apuesta.
Ava (Dir. Tate Taylor, EE.UU., 2020) es una apuesta masculina a la violencia femenina. Es decir, estamos acostumbrados a ver a los hombres matarse entre ellos. Pues en esta película dirigida por una mujer, y producida por la actriz que la actúa (Jessica Chastain/Ava) entonces uno se da cuenta que el arte de matar es igual, no importa el género, pese a que las justificaciones pueden variar.
La película versa sobre una exsoldado y ahora operaria de la guerra sucia de la CIA Ava (Chastain) quien tiene a su haber 41 asesinatos. En el proceso, siempre le pregunta a sus victimas antes de matarlas, “cual fue el error cometido”. Las victimas no entiende, pero menos entienden sus superiores. En este proceso, la película tiene una relación, perversa e incestuosa, entre la figura del padre/lider de los operarios, Duke (John Malkovich) quien la defiende, hasta su propia muerte.
La película no tiene mucha sal. Salvo que sea por ver a Ava/Chastain en el manejo de las artes marciales/coregografía, el manejo de su astucia en la violencia, y sobre todo, “para verlos caer”. Es decir, todos los muertos en sus manos, son siempre hombres(41 en total).
Si usted vio Nikita la femme (Dir. Luc Besson, Francia, 1990); The brave one (Dir. Neil Jordan, EE.UU., 2007); o, Peppermint (Dir. Pierre Morel, EE.UU, 2018); entonces, a usted le va a gustar Ava. Se trata de lo mismo. En conclusión que la violencia no tiene género dominante. Simplemente, que los hombres se habían apropiado del manejo de la misma.
Vea esta película a su propio riesgo. Yo me disfrute ver a Ava/Chistain y la celebro, pues si no le dan el papel, usted invierte en la película y la actúa. Buena idea. A su discreción.