Patrimonio Arqueológicos e Histórico [el Cementerio Antiguo de Mayagüez]

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El Cementerio Antiguo de Mayagüez, lugar de grandes historias. Este camposanto data del siglo 19, fue diseñado por el arquitecto municipal Félix Vidal d'Ors siguiendo el plan maestro de la ciudad de 1804. En él se pueden encontrar grandes monumentos y construcciones ricas en detalles arquitectónicos. Estas construcciones a su vez son decorados con un sinnúmero de símbolos que expresan los mensajes dejados por nuestros pasados habitantes, los quienes quisieron dejar plasmado sus sentimientos y más puros pensamientos hacia sus seres queridos ya difuntos. (Ver mapa 1-a y 1-b) En toda cultura podemos encontrar monumentos que dejan plasmados el sentir de un individuo o colectivo, es por eso que las memorias históricas que conservan los cementerios son de suma importancia para un pueblo o sociedad.

“La memoria colectiva y su forma científica, la histórica, se aplican a dos tipos de materiales: los documentos y los monumentos.” “El monumento- en este caso la tumba de cualquier tipo y recuerdo- es un signo del pasado, en todo lo que puede volver al pasado, y perpetuar un recuerdo.” Jacques Le Goff, (1991). En pocas palabras, el monumento funerario es una expresión de una memoria que busca perdurar a través del tiempo.

La diversidad de construcciones y materias primas hacen de este camposanto un lugar perfecto para estudios de diversas diciplinas. Es la arqueología una de las disciplinas idóneas para hacer numerosos estudios, ya que la mayoría de los vestigios culturales, de los que alguna vez fueron grandes civilizaciones se pueden encontrar en las construcciones funerarias y sus simbolismos ocultos.

Este cementerio se construye entre los años de 1875 y 1877 en las lejanías de un pueblo que se encontraba en constante crecimiento, el cual con el tiempo comienza a rodear dicha necrópolis. En él podemos encontrar la construcción más antigua que corresponde a Juan Bautista Cristy que data de 1850, por lo que debe haber sido traído del camposanto anterior. Esta familia era originalmente los dueños de los terrenos que hoy forman el camposanto.  También se puede dar por sentado que otras edificaciones con fechados previos al de la construcción puedan provenir de las necrópolis que precedieron a esta.

La necrópolis mayagüezana cuenta con grandes monumentos en su interior que lo hacen rico en historias. Es la estatua central del cementerio una de las más mencionadas ya que cuenta con grandes leyendas, es una escultura de una niña que en sus manos sostiene una copa de vino y una caja de fósforos. Al igual que esta, también podemos encontrar monumentos de gran importancia para la historia de Mayagüez. Siendo estos monumentos los de los fallecidos en el incendio del teatro Yagüez el 19 de junio de 1919, los nacionalistas mayagüezanos mártires de la masacre de Ponce el 21 de marzo de 1937, el mausoleo de la Fam. Tolosa en el que se encuentran los restos del Arquitecto mayagüezano Pedro Tolosa, la tumba de la Sra. Dora Steffens de Bischoff quien fue secretaria personal del Dr. Ramón Emeterio Betances, entre otros tantos que aportan a las memorias históricas de la llamada Sultana del oeste. 

Tenemos en su interior diversos tipos de construcción desde muy elaborados hasta los más sencillos y humildes, lo que crea un mosaico variado de estilos y materiales que adornan este camposanto.

Comenzando con el pórtico principal del cementerio, una estructura de arquitectura neoclásica la cual impresiona por su belleza y estilo. Este pórtico está unido con las verjas frontales y laterales, las mismas están confeccionadas de ladrillo y mampostería. Material de construcción muy utilizado en esa época. A su vez, podemos encontrar nichos fúnebres unidos a estas verjas, sirviendo de refuerzo estructural. Los nichos son un tipo de edificación fúnebre en forma de apartados que se incrustan en la pared y se introducen los féretros.

Cuando observamos la vista frontal izquierda del cementerio, podemos encontrar una estructura que antecede al pórtico, dicha estructura fue originalmente la morgue de la necrópolis y en la actualidad funge como oficina administrativa. No todos los cementerios de la época en Puerto Rico contaban con una morgue, estas estructuras se pueden apreciar en muy pocas necrópolis. También cabe mencionar que dicho camposanto no cuenta con una capilla, una estructura muy común en los cementerios del siglo 19. 

Pasando la entrada principal del camposanto podemos ver un camino central principal, en el que a sus laterales podemos encontrar edificaciones fúnebres de gran interés por su valor arquitectónico e histórico. Comenzando con una construcción de tipo Panteón o Mausoleo elaborada con mármol traído de Barcelona, perteneciente a la familia Tolosa. Esta construcción carece de grandes detalles decorativos, pero su tamaño y materia prima nos muestra la opulencia que ostentaba dicha familia.

Siguiendo el camino principal es común encontrar construcciones ostentosas que de alguna forma u otra engalanan el recorrido visual. Se pueden ver desde monumentos, estatuas, capillas, mausoleos y otras grandes construcciones.

Estos caminos principales contaban con un precio mayor a la hora de adquirir los lotes, mientras que las parcelas o lotes más alejadas del camino contaban con un valor menor. Este camposanto se encuentra dividido en seis bloques de gran tamaño, son tres del lado izquierdo y tres del lado derecho con un camino central.

Es la estatua de la niña, monumento que se menciona al inicio de este texto, la que funge como centro y guía visual de esta necrópolis. Este monumento es el único que se puede apreciar en el centro del camposanto, es con el que se puede identificar los puntos cardinales del cementerio ya que funge como plaza central del mismo. Es a partir de este, que podemos identificar los cuadrantes y secciones del camposanto por su ubicación céntrica. Dicha estatua cuenta con grades leyendas, una de estas indica que era una joven residente de Mayagüez, que se encontraba enamorada de un marinero mercante. Estos habían planificado escaparse juntos, pero el padre de la niña intercepta una carta enviada por el marinero en la que se decían la hora y lugar de encuentro. La joven se queda esperando la carta y esta nunca llega, por lo que se imagina que aquel marinero la dejo plantada. Días después la niña se entera que el padre había recibido la carta y que nunca se la entregó a ella, esta acción genera tanto coraje a la joven niña, que esta decide culminar con su vida en la cena familiar. Es con una copa de vino y fosforo que la joven se envenena en frente de sus padres. Tal acción provoca que el padre se sienta culpable por lo sucedido y este decide mandar a construir una estatua a imagen y semejanza de la niña, dicha estatua se ubicaría sobre la tumba que resguardaría los restos sin vida de la que fue su amada hija.

En la actualidad se desconoce la historia real sobre este monumento, esto se debe a que los archivos del cementerio se perdieron en un incendio y en la actualidad hay muy pocos documentos sobre la historia y familiares de la mayoría de las construcciones antiguas de este camposanto mayagüezano.

El Cementerio Municipal de Mayagüez es una de las necrópolis mejores conservadas en Puerto Rico. Te invito a visitarlo, familiarizarte con su arquitectura monumental y a su explorar la historia de las familias mayagüezanas de finales del siglo XIX y del siglo XX a través de los monumentos funerarios.