Las Tetas de Cayey [realmente hablando, son de Salinas]

Caribe Imaginado

Conversando con un amigo del oeste de la Isla empezamos a tertuliar sobre las Tetas de Cayey. El empezó a preguntarme sobre el origen de las misma y le dije hay una leyenda si quieres te la cuento. El aceptó y hoy yo la comportó con ustedes.

Cuenta la leyenda que una india y un español de la zona se juraron amor perpetuo en las montañas de la Sierra de Cayey. Un día los enamorados se percataron de que sus familias planeaban separarlos, y así, entre disparos y flechazos, huyeron a la montaña. Mortal fue la herida que lograron infringir al español. Juntos, luego de muchos esfuerzos, llegaron a la cima de la Sierra donde él muere y la india, como prueba de su amor, decide nunca separarse de su amado recostándose a su lado a esperar la muerte. Luego de su muerte, sobre su pecho subieron con el tiempo las dos montañas como grito al universo del inmenso y puro amor de la mujer hacia el hombre.

Mi amigo me preguntó y cuál es la controversial que unos dicen que son de Cayey y otros dicen que no. La controversial se formó en 1999.Los alcaldes de Cayey, Salinas y Aibonito empezaron a disputarse la titularidad de las montañas. La controversia llego a los Tribunales. La conclusión de la disputa fue que a partir del 1 de septiembre de 2000 mediante la Ley 283, las cumbres se han convertido en parte de una Reserva Natural de Puerto Rico y están protegidas por la ley. Su altura es de 2.759 pies (840,94 metros) sobre el nivel del mar.

Buscamos la Ley 283 y encontramos el cambio de nombre “Cuando reseñamos aspectos culturales-históricos de nuestro país, vienen a nuestra mente las famosísimas “Tetas de Cayey, hoy  por  designio  jurisdiccional  oficial  de  la  Junta  de  Planificación (JP) las "Tetas de Salinas".

“Las Tetas de Salinas" constituyen un ícono para el pueblo de Puerto Rico.  Esta monumental escultura natural está formada por roca volcánica y está  ubicada  en  el  mismo  corazón de la cordillera central de la Isla.”

Eso es lo que dice la ley 283, pero el pueblo sigue llamándolas las Tetas de Cayey el nombre está sumamente arraigado en el pueblo.

 Las Tetas de Cayey son símbolo de un pueblo que, pertenece a otro. Dos picos de montaña situados en la jurisdicción municipal de Salinas, en el Estado Libre Asociado de Puerto Rico, al norte de la ciudad de Salinas propiamente que han dado carta de ciudadanía al pueblo de Cayey en el mundo de las leyendas y el turismo. Motivo de vieja y gran controversia es el hecho de que esta bella creación de la Naturaleza, a pesar de llevar el nombre de Cayey, está enclavada en la jurisdicción de Salinas, municipio al que también pertenecen los montículos conocidos como Las Piedras del Collado y Las Tetas de Salinas, que se encuentran cerca del Monumento al Jíbaro Puertorriqueño, -en reconocimiento al custodio más auténtico de la herencia cultural-, en la Carretera PR 52, que atraviesa nuestra isla de Norte a Sur. La polémica generada en torno a esta situación llegó a dilucidarse hasta en los tribunales de Justicia, dictaminándose que, efectivamente, lo único cayeyano de las famosas “tetas” es su nombre, pues en realidad son salinenses. Así lo confirmó la Junta de Planificación.

Otro aspecto que ha confundido a mucha gente es que los dueños de las tierras son cayeyanos. Desde 1925 la familia Aragunde de Cayey es propietaria de las tierras, con tetas y todo, y desde esa fecha paga contribuciones sobre la propiedad municipio de Salinas.

Y porqué se llaman las Tetas de Cayey, Rafael Aragunde en una entrevista que le hicieron en 1999 respondió la respuesta es sencilla ya que su señor padre era dueño de las 1, 200 cuerdas de la Piedra del Collado y él era de Cayey la gente asumió que pertenecían a Cayey. Lo cierto es que siempre pagaron contribuciones en Salinas.

En tiempo español hay registro que el primero que adquirió las tierras fue Miguel del Rosario Aponte en el siglo XIX para aquel entonces se les conocían las Tetas de Miguel del Rosario.

Lo que nadie puede negar es la belleza que impregnen al paisaje la cual es icónica. 

El pueblo seguirá llamándolas, las Tetas de Cayey aunque estén en Salinas.