Favor de no decirme que no entendí el mensaje de la película. Lo entendí y por eso es que digo que es una película contradictoriamente racista. Lo que se crítica es lo que se impone como lo real y única solución. No hay paradigma de cambio o de transformación. Nacimos racistas, como hombre y mueres blancos, y los negros no pueden ni narrar su vida ni su quehacer. Simplemente somos un resultado que no cambia.
Black Beach (Dir. Esteban Crespo, España/EE.UU., 2020) es otra de las producciones que las redes de cine están impulsando en los EE.UU. Es algo terrible, si a usted le gusta un cine de los EE.UU., que en materia racial es muy adelantado. Pero si le gusta un cine cubano, que en materia racial es muy adelantado, usted entonces estaría pensando lo que yo pienso: Black Beach es un planteamiento, bien intencionado, pero atrasado en material racial hoy en el cine.
Por lo tanto, la película intenta narrar la historia del hombre blanco que busca ayudar al hombre y la mujer negra, de la dictadura de regimen político en la cual viven. Lo interesante es lo horrible de la película: como en Coming to America (Dir. John Landis, EE.UU., 1988), donde, literalmente hablando el hombre negro africano vive en “bububaka”. En otras palabras, eso solo lo hace un blanco/a al hablar de Africa. Es terrible.
Y luego de esto están los parlamentos. Todos los negros son malos. Todas las negras son de dudosa reputación. Ahora bien, el hombre blanco tiene sus problemas pero termina salvando al bienestar de los negros. Ni en los tiempos de Cocodrile Dundee (Dir. Peter Faiman, Australia, 1988), cuando Paul Hogan andaba salvando a los negros aborígenes de Australia.
En fin, mire Black Beach para criticarla. No para endosarla. La humanidad ya ha andado bastante en las relaciones raciales, y este filme está fuera de tiempo y lugar. Muy mala apuesta española. La peor película de España en mucho tiempo.