(San Juan, 10:00 a.m.) Se supone que una orden ejecutiva tenga el poder mandatario de hacer que se realicen las labores pertinentes en el mínimo de tiempo posible si no es inmediato. Cuando escuche que se declaró un “estado de emergencia” y luego sobre la orden ejecutiva contra la pandemia heredada generacionalmente, la violencia de género esperaba un proyecto de ley tras otro en los medios.
Evidentemente no fue así. Una vez más el gobierno ha hecho uso de la ley para callar a las masas cansadas de esta cruel historia. La desigualdad en trata y prioridad para con las mujeres es un problema notable en la cotidianidad. Y este patrón social influye en gran medida en la inestabilidad emocional que gobierna al país. No busquemos la posibilidad de padecer de, entre otras cosas, depresión por el maltrato. No olvidemos que esto significa en muchos casos ser negligente con sigo y con sus hijos. Razón primordial por la que hay tantos menores hijos del estado en este país.
El gobernador Pedro Pierluisi solo reactivó un proyecto desatendido de la administración de Alejandro García Padilla. Eso y añadir posiciones bajo P.A..R.E. Comité destinado a atender e implementar la orden ejecutiva contra la violencia de genero. Sin añadir a los grupos responsables de mantener el fuego de la lucha en contra de esta serie de conductas violentas e inacción gubernamental.
Este es un asunto que ha de ser tratado con prioridad. No en forma de campañas educacionales solamente. Hay que elaborar proyectos y departamentos en las variadas instituciones del estado para asegurar que lo que hoy es nuestra historia no sea la de esas chicas mañana. Sin atender este asunto el bienestar social será inexistente y la justicia social solo una fábula de buen gusto.