Nuestra sociedad y el mundo entero ha sufrido por milenios y generaciones el mal proveniente del ignorante sentir de superioridad que ha llevado a inmensurables grupos de personas a pensar que son mejores o más que otros grupos. El más primitivo es quizás, el machismo. La tonta idea de que por ser macho de la especie humana es mejor que la hembra sigue aumentando el cáncer social desde su corazón político. En nuestro nicho se puede palpar a simple vista este tumor.
Desde los hogares y sus costumbres hasta en la educación y política. No hay un sector en nuestra sociedad que no sufra las consecuencias de la negligencia generacional que es permitir la cosificación de la mujer. Pues todo lo asociado socialmente (ropa, tareas, aspectos físicos) a ella es por definición, ella. Por eso los machos (término biológico) hombres (termino social) no aceptan la existencia de machos mujeres entre otras comunidades que de una forma u otra coinciden en uno varios aspectos con lo que ellos consideran es de mujeres.
Por épocas esto ha variado. En la actualidad esta legión de demonios misóginos que llamamos machismo ha logrado residir el cuerpo del Gobierno en forma de políticas y excluyendo o interfiriendo con cualquier persona portadora de agua bendita. Alexandra Lúgaro es la protagonista del más reciente evento que podría servir de ejemplo. Una persona que con sus esfuerzos y méritos logró correr por la gobernanza de Puerto Rico 2 veces decidió dejar esta meta descansar. Gracias a las actitudes machistas que están presentes en los procesos políticos, el machismo tuvo que desistir de esta carrera.
Claro que hubo otras razones, hablamos de una mujer empoderada. Yo la llamo feminista, aunque no conozca su biografía. Se que cualquier acción contra esta ramificada manzanilla de la muerte es una acción feminista. Ella, como candidata independiente se fue en contra del sometimiento. Se presentó como individuo y con esto todo lo que la hace ella; incluyendo sus creencias y posturas culturales, políticas y religiosas. Son sus acciones, sexo biológico e identidad de género las que causaron esta eventualidad que es su resignación a los procesos electorales. Por desgracia, todos somos vulnerables a ser machistas sin importar el sexo biológico y la identidad de género; esta es quizás la razón principal; que el ser hembra y o considerarte mujer no te hace más ni menos machista. Tampoco lo hace el nivel académico; todo depende de tu nivel de conciencia social.