Baldorioty de Castro [anécdotas de un patriota autonomista]

Un día le presentaron al mambí Baldorioty de Castro, que deseaba visitar la nueva escuela.

Parece que Jiménez al ver aquel hombre de tez trigueña, de mediana estatura, sin aparatoso vestuario, lo creyó uno de tantos sabios a la violeta para darse pisto, van a molestar con frívolas visitas los establecimientos docentes.

Al subir a la escuela, le dijo Baldorioty;

Mire Jiménez, mande a demoler esa columna que está junto a la escalera, que va a desplomarse el día menos pensado y causar una desgracia. Jiménez se sonrió y ni siquiera le contestó a la objeción.

Entraron en el establecimiento visitaron el museo y vio que el visitante tenía grandes conocimientos en mineralogía, que en el gabinete de física le era familiar el manejo de los aparatos e instrumentos más modernos.

• ¿Cómo es posible que usted conozca esto, si hace tantos años usted estudio?"
• Porque todavía estudio, le replico Don Román

Pero al tratar arquitectura y náutica demostró tanto los conocimientos que poseía, que al despedir a Baldorioty, le dijo : Usted podrá ser el enemigo de mi patria, pero soy su admirador en la ciencia.

Y después dirigiéndose al ugier, añadió: “Mande a buscar inmediatamente al albañil para que tiren esa columna, hace un momento me parecía imposible que se cayera , ahora temo que se ruede por el suelo antes de llegar los operarios”.

Luego les contare que sucedió en Ponce cuando funda el Partido Autonomista.