(San Juan:1:00 p.m.) “Son tiempos complicados” es una frase casi generacional pero igualmente clasista. La repiten los obreros en su diario vivir y el proletario solo al referirse a los derechos de los empleados. Así como el gobierno actual liderado por Pedro Pierluisi no logra idear un plan de pago para los pensionados del país. Según ellos, se está trabajando. No, no te engañes con el título de este artículo; ahora vienen los consejos para vivir a lo Logan Paul en tu islita.
Primero, tienes que hacer una revuelta para que se vayan los que ocupan esos espacios que tú quieres ocupar. ¿Por qué tienes que cobrar un mínimo trabajando un máximo para vivir como se pueda? No, basta de eso; vamos a mudarnos a esos condominios en espera de multimillonarios extranjeros. Al fin de cuentas eso también fue hecho por ti y los tuyos. Consejo, no lo hagas solo; si se va a ocupar el lugar; hazlo completo.
Si eliminamos la Ley 22-2012 muchos de ellos se van a ir y tú tendrás la oportunidad de vivir en ese envidiado espacio de lujo. Al menos que el gobierno prefiera demolerlo. Si a esto le añadimos eliminar la reforma laboral y aumentar el salario mínimo salarial también tendrías tu yate y dinero en tu generosa cuenta de ahorros.
No, no son inventos míos o del periódico para el que escribo. Resulta que cuando hay poco en un lado es porque hay demasiado en el lado opuesto. Si llevas más de una de cada con vida quizás notaste que el mínimo federal no ha aumentado en lo absoluto mientras que todos los productos y servicios siguen exacerbando sus costos.
Así que si el gobierno te paga más, como mínimo, y no te sube el costo de vida; tu calidad de vida va a ser mejor. No dependes del gobierno por culpa de tus padres o tu. El gobierno te hizo y te mantiene dependiente porque solo el necesitado está dispuesto a someterse. Al rebelde que no lo hace el sistema le adelanta el fracaso, con tu ayuda para el colmo. El Logan Paul es simplemente un individuo que ha tenido oportunidades que a ti tu gobierno no te permite ni ver y que son parte de tus derechos como ciudadano; como puertorriqueño y estadounidense.
Para que entiendas, aquí doblemente, mandas tu. La bola está en tu cancha.