Sacerdote dominicano cuestiona a los periodista de su país

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El sacerdote Arcenio Ferrerira Rosario denunció que, desde hace años, en la República Dominicana hay periodistas que hacen un ejercicio “inmoral, antiético y dañino a la sociedad” utilizando como estrategia el chantaje y la presión mediática para conseguir dinero.

Esas expresiones las hizo al dar lectura a la séptima palabra del tradicional Sermón de las 7 Palabras pronunciadas por Jesús en la cruz: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

El paisaje bíblico fue analizado este Viernes Santo por siete sacerdotes en la Catedral Primada de América, ubicada en la Zona Colonial de Santo Domingo.

El religioso dijo que la práctica que realizan esos comunicadores consiste en ubicar a funcionarios públicos, empresarios y personas para extorsionarlos.

La estrategia consiste, indicó, en “investigar los negocios que puedan estar desarrollando las instituciones que dirigen esas personas y generarles falsas, manipuladas o tergiversadas notas para poder llamar la atención y luego enviarles un emisario a solicitar altas sumas de dinero para dejar de seguir atacándolos”.

Ferrerira Rosario sostuvo que quienes ejercen esa política, a través de las redes sociales, y a los que no identificó, “desestabilizan familias, dañan nombres y reputaciones por dinero y hasta provocan situaciones de violencia”.

A propósito de que el próximo lunes 5 de abril es el Día Nacional del periodista, dijo que ese tipo de chantaje intenta empañar el espíritu de esta profesión que es tan importante para comunicar la verdad de la información ofrecida.

Además de Ferrerira Rosario, los demás sacerdotes que leyeron el tradicional sermón fueron Tomas García, Apolinar Castillo, Lucas Burato, Joel Villafaña, Victoriano de la Cruz y Pelagio Antonio Taveras.

Todos criticaron la forma deprimente en que viven los dominicanos, al tiempo que deploraron “la práctica del aborto, el enriquecimiento ilícito y las desigualdades en un país con mucha riqueza, pero la gente vive empobrecida”.

Atacaron por demás la corrupción administrativa, la falta de oportunidades para los jóvenes y las injusticias que se cometen en perjuicio de los ciudadanos más necesitados.

La primera palabra, “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”, fue leída por el cura Pelagio Antonio Taveras, quien dijo que el cuerpo humano es el templo del Espíritu Santo y se le convierte en sepulcro a través del aborto.

“Siguen pidiendo perdón por lo que quieren ignorar y quieren quitar a Dios del centro de la vida y vivimos una sociedad quiere desplazar a Dios del centro de universo y poner sus intereses y creencia por encima de Dios”, dijo al referirse al comportamiento de quienes apoyan la despenalización del embarazo indeseado en las tres causales siguientes: cuando es producto de una violación o incesto, que ponga en peligro la vida o la salud de la madre y por malformación del feto.

Precisó que esas personas “piden perdón cuando se le da más atención a la vida de un animal que a la vida humana, porque hay quienes no valoran la vida humana y por eso hay tantas muertes innecesarias, como el aborto”.

Expresó que el Señor tiene mayor tolerancia hacia los ignorantes, que a los que sí saben lo que hacen, “y estos últimos son los que mantienen un caos en el sistema de transporte, los que con su apego al dinero mantienen al pueblo crucificado”.

“Ellos sí saben lo que hacen”, decía una y otra vez el religioso, al citar “a los que entregan las riquezas naturales con contratos amañados y el pueblo no puede disfrutar de esa riqueza que le pertenece. A los que destruyen los recursos naturales como Loma Miranda”.