Crónica callejera I

Cultura

(San Juan, 11:00 a.m.) Llego al local del destajo, la pena y la insolencia. Saludo, me saludan y miro el árbol de mangó que está de frente. Huelo, como huelen los perros, cuando hay algo que levita en el ambiente.  Me quedo de pie, nunca me siento, y miro a todos los implicados. La tarde está fresca, plácida, hay algo de hongos viejos y vino Perico. 

El dueño llega y digo, para mis adentros, el verdugo. Calma pueblo, calma, como decía la ladrona legisladora: Ruth Fernández. El agrio de la tarde se derrama. Hablan de política, muertes y cornudos. No intervengo. La medalla se me está calentando, pero el pitirre cabezón baja a beber en un charquillo de la calle. Lo miro y me digo: pero qué insolencia ornitológica es esa.  Pido un servicio, una ronda, como dicen en España, y miro al que atiende.  Está comprometido con su celular. Le digo algo y no me mira.

Me encojona que no me miren cuando le hablo a una persona. Vuelvo y le digo:  ¡Ramses! Su nombre es como el del faraón egipcio: quiero un servicio. Me lo hubieras dicho antes, me dice, sin despegar la mirada del artefacto electrónico.  La tarde se nubla, amenaza la lluvia; estoy pensando en escribir una historia de mis tardes de medalla y charlas inconsecuentes.

Me ofrecen róbalo, un pez exquisito.  El pescador, hombre alto como un mito;  me enseña su pesca del día.  ¿Qué tienes Onofre? le pregunto.  Me gusta su nombre, mi madrina cocinaba habichuelas en anafre, no es lo mismo, pero rima. 

Llueve, llueve.......El reloj continúa caminando, caminando. Empieza a llegar la basura que trae la escorrentía.  Vuelvo y saludo, me saludan y miro por dentro de mi pensamiento. Los calamares de la tragedia han llegado.  La tarde sigue corriendo como un  perro de plástico y orines. El cielo es casi una historia.  Pido un palo de anís Del Mono y me lo “jinco” con aire de grandeza.  Hay una luna diurna con un domo gris.  El Covid crece, crece y la vida parece que es la París de Hemingway.  Los números espantan y como que escucho, por la verja del vecino:  tranquilo, tranquilo; la noche es larga....