Carlos Romero Barceló en mi memoria

Cultura

(San Juan, 1:00 p.m.) A Carlos Romero Barceló lo conocí en dos momentos de mi vida: cuando fue gobernador, en particular durante su primer cuatrienio (1977 a 1980), cuando fue el momento donde hubo más asesinatos políticos en Puerto Rico.  Luego lo conocí nuevamente en el 1984, cuando vino a visitarnos a la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico.  Allí no le dejamos hablar.  Se fue molestó.  Luego nos intentaron expulsar de la universidad. El resto es historia.

La muerte de un gobernante, siempre causa múltiples sensaciones en la psique colectiva.  Carlos Romero Barceló, un estadista de los puros, luchador por su ideal, tuvo varios momentos en la vida.  Tal vez al final, se convirtió en un ser humano sabio, aunque nosotros nos olvidamos de la década de 1970 y 1980.  Década de mucha represión en Puerto Rico.  Prohibido olvidar.

Por lo tanto, evaluar su obra, debe de incluir esta última etapa en la cual como hombre sabio, opinaba a favor del ideal que él apoyaba. No tengo reparos.  No obstante, no hablar de Santiago Mari Pesquera (1952 a 1976), Arnaldo Darío Rosado (1953 a 1978), Carlos Soto Arriví (1959 a 1978). Carlos Muñiz Varela (1953 a 1979),  y, Ángel Rodríguez Cristóbal (1946 a 1979), sería incorrecto.  Todos fueron asesinados durante los turbulentos años de la década de 1970. 

Muchos de estos asesinados, fueron durante su primer cuatrienio.  Luego, en el segundo cuatrienio (1981 a 1984), vinieron otros como Adolfina Villanueva (1946 a 1980), el desalojo de Villa Sin Miedo en el 1982, donde murió un policía y hubo varias decenas de heridos. 

En fin, habrá que recordar a Carlos Romero Barceló por toda su vida.  No sólo por esta última etapa donde se convirtió en una figura importante para sus ideales. En mi caso, mi memoria es un tanto más compleja.  Como víctima de la represión de estado que se dio bajo su gobierno, mis simpatías por él se encuentran reservadas.  El dato que me haya graduado de abogado y logrado revalidar no tiene nada que ver con ese momento, sino con circunstancias que me favorecieron en ese momento.  Un buen abogado, Harry Anduze, y un Tribunal Supremo sensible a nuestros reclamos.

La historia continúa.  Que a su partida recordar a nuestro pasado gobernador, Carlos Romero Barceló se haga desde la memoria de recuerdos positivos, pero que no se deje de incluir los negativos a los cuales he hecho alusión hoy.  Es momento de recordar el pasado como lo que fue, un momento muy complejo, lleno de mucha represión política en Puerto Rico