(San Juan, 12:00 p.m.) El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, acaba de anunciar hoy la Orden Ejecutiva 2021-032. Mediante la misma, dispone que podemos volver a “salir a la calle” hasta un poco más tarde. Ahora regresamos a las 11pm, en cuanto al toque de queda se refiere, mientras los negocios deben de cerrar a las 12pm. Si esto es cierto hemos regresado a enero 2021. Pero, ¿Cuál es el efecto social y económico de su nueva orden?
Puerto Rico lleva 15 meses bajo la política del encierro. Salir, no siempre es negativo, pero también condiciona y nos disciplina en cierta forma. Es un evento que reduce los consumos callejeros, e incremente otras forma de consumo, sobre todo por pedidos en las redes sociales. Ahora bien, el énfasis de este gobernador ha sido reabrir las escuelas, publicas como privadas, pera lograr que la gente pueda salir a la calle y volver a la normalidad.
Salir a la calle es comprar límber, es volver masivamente a los restaurantes de comida rápida, es intentar canalizar el tiempo perdido en el consumo. Las escuelas abren, aunque los comercios se mantienen en ocupación del 30 por ciento, y las aglomeraciones siguen prohibidas. Estamos en la nueva normalidad, con cerca de dos terceras partes de la población vacunada.
Dicho esto, lo que debemos de intentar, más allá de rehacer el comercio, es promover que se regrese a una cultura democrática basada en los derechos de la población frente al estado. Permitir que los toques de queda se sigan extendiendo, cuando casi toda la población ha sido vacunada, es jugar con nuestra libertad. Pensemos.