(San Juan, 1:00 p.m.) Todos los días nos acuerdan que somos un territorio colonial. Por lo tanto, ante el control que ejerce sobre nosotros la Junta de Supervisión Fiscal, la cual eliminó los fondos para el control y manejo de la violencia de género, la respuesta es “que los fondos del Cares Act” habrán de mitigar la pérdida financiera. Es decir, nos movemos de una narrativa colonial de dependencia a otra narrativa colonial de mayor dependencia.
El problema es en parte del Partido Nuevo Progresista (PNP) dirigido por Pedro Pierluisi. Este ha sabido mover la consigna de “más fondos federales” como parte de su proyecto de país. Luego viene la economía local, que le da igual de donde vienen los fondos, con tal que se mueva la economía. El mejor ejemplo es la venta de autos, los cuales se dispararon con los cheques del PUA y otros incentivos de ayuda federal.
Finalmente venimos nosotros. Que recibimos, todas y todos, los fondos federales y no los cuestionamos. No existe ninguna conciencia, o voluntad, o mirada crítica a repudiar los fondos federales que se están enviando a la isla para paliar el impacto de la pandemia.
El proyecto de país libre y soberano debe de aprender a contrarrestar el impulso del movimiento estadista, que equipara toda vinculación a Washington, con la llegada de más fondos federales. El efecto neto de esto, es simplemente, promover una relación colonial aún más profunda. Es momento de romper con el colonialismo económico. Pensemos.