(San Juan, 1:00 p.m.) Todo indica que esta semana es una crucial en la lucha del pueblo por derrotar a Luma, la compañía privatizadora de la distribución del servicio público de la electricidad de Puerto Rico. Si se logra promover un caos social, y enfocar continuamente que el responsable es el gobernador de turno, Pedro Pierluisi, podría darse el fenómeno que la derrota conduzca a la nulidad del contrato. No obstante, es muy prematuro indicar que es lo que va a pasar.
Lo cierto es que hoy el “cuarto de máquinas” se está llenando de agua por todos lados. La presión que han elevado sectores de la sociedad civil junto al sindicato de la Utier, entre otros, aparentemente está dando resultados. El gobernador de turno, Pedro Pierluisi, en cada comparecencia que ha hecho, sobre todo en el día de ayer en los sectores mediáticos, aparece más atropellado, ansioso, e inventando respuestas a conveniencia del momento.
Establecido lo anterior, los pleitos legales incoados por distintos sectores, entre otros el senado de Puerto Rico contra la validez del contrato; la querella ética contra el presidente de Luma, Wayne K. Stensby, por alegado conflicto de interés; y la victoria, temporera, de la Utier en el pleito contra estos incoado por Luma; todo esto, nos hace ver lo complejo del panorama para sostener dicho contrato en el día de hoy.
Es momento de pensar que estamos en una coyuntura de país nueva. No es el 1999 a 2003, cuando sacamos a la marina de guerra de la isla municipio de Vieques. Tampoco es el verano del 2019. Es un momento particular por el cual debemos de reaccionar y luchar. Pensemos.