Jaramillo no es mi personaje favorito, pero …

Justicia Social

El jueves hubo una fuerte explosión en los transformadores de la subestación de Monacillos en San Juan, que causaron apagones de luz generalizados en Puerto Rico y que hasta esta mañana mantienen todavía a sobre 40 mil personas sin luz.  Esta es la primera prueba de fuego, en el campo, que el consorcio Luma Energy (Luma) enfrenta.  Esta empresa entra al ruedo boricua con mucha controversia, particularmente toda la relacionada a la de la privatización de la AEE, el despido constructivo de miles de empleados, la escasez de personal capacitado y los problemas de comunicación que están confrontando los abonados durante esta transición.

Luma debe estar invirtiendo miles de dólares largos en campañas publicitarias de imagen. Eso lo vemos a través de comerciales que evocan la puertorriqueñidad y sus costumbres, con miras a que el pueblo les empiece a tomar cariño. En términos de imagen y retórica sobre la explosión de ayer, me parece que Luma está siendo cuidadosa y más juiciosa al hacer expresiones y señalar culpas que lo que está siendo el gobierno, particularmente los dos principales dirigentes del gobierno, Pedro Pierluisi y Jennifer González.

Tanto el Gobernador como la Comisionada Residente, en vez de ser juiciosos y comedidos al hacer expresiones sobre qué causó la explosión, enseguida se enfocaron en responsabilizar a la UTIER y hablaron de castigar a los responsables en los foros estatales y federales. Ninguno usó el nombre de la unión, pero para un buen entendedor pocas palabras bastan.  Ambos insinuaron con claridad que hubo mano criminal y que procesarán a los culpables. En contraste, Luma y sus directivos han sido cautelosos y han expresado, que, no van a especular sobre las causas y que esperarán a que finalice la investigación para determinar qué provocó la explosión.  Anoche, oficiales de Luma indicaron que el área del incidente es una muy restringida, donde para entrar hay muchos controles, y no hablaban de sabotaje.

La retórica incendiaria de los dos líderes principales de país parece perseguir acallar y criminalizar las voces de protesta e intimidar a todo aquel o aquella que tenga la intención de continuar protestando contra Luma, la UPR, la protección ambiental, la Junta de Control Fiscal, o cualquier otra causa de las que actualmente levantan criticas fuertes contra el gobierno.  Unos gobernantes y lideres prudentes no deberían fomentar el desasosiego y la inquietud sin evidencia de lo que dicen y solo porque les parece demasiada casualidad.  Eso, a mi juicio, denota inmadurez de carácter de parte de ambos.  En vez de crecerse como buenos líderes perpetúan su rol de politiqueros y cabilderos de su partido.

En ese sentido, aunque Jaramillo no es mi personaje favorito, le tengo que conceder que las expresiones desatinadas de Pedro Pierluisi y Jennifer González, van dirigidas a distraernos de los planes que tienen para desarmar y vender el país al mejor postor.  Este fue el proyecto que comenzó Ricardo Roselló, “tener a un Puerto Rico sin puertorriqueños y puertorriqueñas”.  Las expresiones de Pierluisi y Jennifer son cónsonas con el proyecto de Roselló de hacer la isla un paraíso fiscal para personas aventajadas económicamente. No olvidemos que ahora este personaje nefasto, con el beneplácito de ambos compinches será cabildero en Washington.

Mientras el gobierno trata de silenciar las voces de protestas por las tantas injusticias e inequidades diarias, los ciudadanos de a pie seguimos cayendo en los hoyos que nos quiebran no solo las llantas de nuestros carros sino nuestros bolsillos, nuestras empresas, nuestra humanidad y nuestro país.  No claudiquemos.  Hay que continuar levantando las voces de protestas por todas las causas justas y por mantener una calidad de vida decente para todos en el país.