Paternidad comprometida y masculinidades múltiples [mi hijo será un buen padre]

Caribe Hoy

Hoy domingo Día del Padre, es uno muy especial para muchos hombres.  Uno de ellos es mi hijo quien está próximo a convertirse en padre por primera vez.  A él y a todos los padres les regalo una mirada de la paternidad desde una perspectiva más igualitaria, una de compromiso y de cambio en paradigmas hegemónicos.  Lo primero que señalo es que la paternidad no es tener la capacidad de fecundar un óvulo. Eso es fácil para cualquier especie.

La paternidad conlleva mucho trabajo, requiere amor, respeto y compromiso diario. La paternidad es una ecuación donde a la suma de uno más uno se le suma otro uno. Siendo la suma del primer par de unos, papá y mamá. Cada uno de ellos es un entero, una cifra perfectamente igual y del mismo valor, que al sumarse se convirtieron en dos.  El valor de un dos, por supuesto es mayor que la de un uno solo.  Por tanto, la unión de dos unos robustece la ecuación.  La unión igualitaria del padre y la madre crea un vínculo sólido para una paternidad comprometida. Con esta metáfora matemática quiero decir que cuando se es uno con la pareja la paternidad fluye con más facilidad. Esa mirada de respeto es una que debería ser continua aún en aquellos casos que el par se haya separado para volver a ser uno.

En el descargue de la paternidad el padre siempre es un modelo para sus hijos. Durante la formación de la niñez el padre es un héroe para sus hijos y su palabra es sagrada.  Por ello es necesario tener consciencia de la fuerza que tiene cada palabra dicha. Un halago o una crítica pueden tener el mismo impacto que un abrazo o un golpe. La combinación de la palabra sumada a la acción son herramientas poderosas en la paternidad. En el modelaje del padre la comunicación respetuosa con su par es fundamental. Una palabra respetuosa y compasiva del padre enseña a los hijos sobre respeto y dignidad hacia las otras personas. En sus acciones, un padre comprometido con su par transmite a sus hijos el valor de la unión, el compromiso y la solidaridad.

La paternidad comprometida rompe con la hegemonía masculina, donde el hombre impone su poderío sobre su pareja o sus hijos.  Aquí entra en juego el concepto de masculinidades que se refiere a las prácticas a través de las cuales los hombres y las mujeres se sitúan a sí mismos en relación con el género.  La paternidad comprometida busca romper los estereotipos de los roles del hombre y la mujer.  En una paternidad comprometida el hombre es capaz de dar un biberón, cambiar un pañal, cuidar y educar a sus hijos siendo igual que y respetando a su par, y por ello no es menos masculino. En la paternidad comprometida hay dinamismo, fluidez y democratización de las relaciones de género.

Hoy día del padre invito a los hombres y a las mujeres a examinar sus miradas sobre los roles en la paternidad.  Invito a los padres a ser partícipes activos, respetuosos y conscientes de la crianza de sus hijos e hijas. De esa forma estarán fomentando una cultura de paz y no una de violencia.  Nunca es tarde para practicar la paternidad comprometida. A todos los padres y futuros padres mis felicidades.