(San Juan, 9:00 a.m.) Anoche escuché a Edwin Mundo, comisionado alterno del Partido Nuevo Progresista (PNP) ante la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), indicar que existe una persecución contra Ricardo A. Rosselló Nevares. El comisionado alterno, que más parece ser la voz cantante y dominante, acusa a sus pares en la CEE de atentar contra el deseo de los electores porque han cuestionado si el depuesto gobernador cumple con los requisitos de residencia establecidos por la ley 67-2020, que autorizó la elección de cabilderos para abogar por la estadidad en Washington DC.
Mundo, en su peculiar tono de expresión burlón e irónico, aseguró que la jueza del Tribunal de Primera Instancia de San Juan, Rebecca de León, fallará en contra de Rosselló porque es popular, pero que ellos prevalecerán en el Tribunal Apelativo y el Tribunal Supremo. El comentario de Mundo solo apunta a que estos tribunales son controlados por jueces penepés que estos son incapaces de liberarse de sus prejuicios políticos a la hora de emitir un fallo judicial.
Las expresiones de Mundo atentan contra los valores democráticos estadounidenses y ponen en entredicho el Sistema Judicial del Puerto Rico. Si validamos el punto de vista de Mundo tenemos un sistema judicial altamente politizado y que si no eres estadista no ganas un caso en el Apelativo y en el Supremo. Los comentarios del comisionado alterno
potencia una crisis constitucional, atenta contra la aplicación igualitaria de las leyes y menoscaba la objetividad de los jueces.
Edwin Mundo, las leyes deben ser aplicadas a todos por igual. Los jueces deben tener la capacidad de poner a un lado sus afiliaciones políticas, aprender a ser objetivos y, sobre todo, defender la Constitución y las leyes del Estado Libre Asociado (ELA).
No podemos darnos el lujo de ser selectivos sobre cómo, cuándo y a quién se les aplican las leyes. Las leyes deben tener una sola interpretación. La justicia debe ser equitativa e igualitaria. La legalidad no puede amoldarse a los caprichos de unos en menoscabo de otros.
Siempre han existido chanchulleros y politiqueros que se amparan en la impunidad para pisotear la ley y violentar la Constitución. El PNP ha dado catedra en sus manipulaciones del sistema legal para favorecer sus intereses (lo mismo podemos decir del Partido Popular Democrático (PPD) en contadas ocasiones, pero en este han militado algunos de los más destacados juristas del país).
Mundo ha abierto una caja de Pandora que cuestiona la ética judicial. La politización de los jueces afecta su objetividad y pone en riesgo la democracia. Empero, la determinación en el caso de Rosselló Nevares determinará si los miles que se han ido del país, en su mayoría anexionistas, podrán ampararse en una interpretación viciada para votar en las elecciones del país y determinar el futuro de los que habitamos el terruño borincano.
Estoy claro que tras escuchar el testimonio de Ricardo Antonio Rosselló Nevares este no aprendió nada del verano 2019. Demostró una vez más su falta de integridad, su gran inmadurez y el desprecio que siente contra la justicia, las leyes del país y las de la metrópoli estadounidense.
Los estadistas deben repensarse y replantearse sus convicciones y lealtades. El sistema judicial estadounidense tiene muchos defectos, pero se destaca por la capacidad de sus jueces de separase de la politiquería. Esto quedó claro durante el mandato de Donald Trump, quien contaba con la mayoría conservadora del Tribunal Supremos para perpetuarse en el poder, pero los magistrados supieron anteponer la ley antes de las lealtades políticas.
Los penepés, en su desespero por lograr un sueño que cada día se les aleja más, actúan como pichones de dictadores. Son locos en calificar a otros de izquierdistas y comunistas, pero incapaces de limpiar su colectividad de escoria.
Toda esta situación, el deterioro de la sociedad, el incremento de la pobreza y los problemas sociales me llevan a pensar si llegó el momento de modificar la forma de escoger los jueces y convertirlos en oficiales electos como en muchos estados.
Mientras esperamos la determinación de la jueza De León, le recomiendo comprar palomitas de maíz porque el circo solo ha comenzado.
En un aparte, apertréchese bien de alimentos y todo lo necesario para una temporada huracanada difícil. Si puede, compre un generador eléctrico, un inversor o ponga placas solares porque todo aparenta indicar que, si nos golpea una tormenta bananera con la incompetencia insensible de LUMA ENERGY y su compinche Pedro Pierluisi Urrutia, nos sumiremos en la oscuridad por largo tiempo. La falta de energía podría llevarnos a perdernos capítulos importantes de las telenovelas locales: Te amo corrupción, La humillación de Ricardito, Pipo el inepto, El poder compartido, Vendaval de LUMA y Mundo, la impunidad de cómo robarse hasta los clavos.