(San Juan, 1:00 p.m.) En un gesto sin precedente jurídico, el Tribunal de Apelaciones acaba de anular la sentencia del Tribunal de Primera Instancia que impedía que Ricardo Rosselló fuera certificado y juramentara como delegado al congreso federal. La pregunta curiosa, es ¿cómo decidió a su favor el Tribunal de Apelaciones, si en su testimonio Ricardo Rosselló dijo vivir en cuatro residencias a la misma?
El Tribunal de Apelaciones acaba de afirmar en su interpretación, que uno cumple con los requisitos del Código Electoral del 2020, una vez a usted lo certifiquen de forma final como funcionario electo. Hasta entonces, inclusive al correr para el puesto, no tiene que cumplir o satisfacer con los requisitos que exige la ley. ¿Curioso, no? En esta medida esta sentencia constituye un hecho único, insólito en la historia electoral de Puerto Rico. ¡Insólito!
Luego en un asunto técnico, la sentencia del Tribunal de Apelaciones alega que el comisionado electoral del Partido Proyecto Dignidad, no tiene legitimidad activa, pues tenía que ser candidato al puesto equivalente. Nuevamente curioso. El licenciado Rosario Rodríguez había corrido para la alcaldía de San Juan. No obstante, el Tribunal de Apelaciones alega que tiene que ser para la misma función. Pues bien. Nada que buscar.
Ricardo Rosselló acaba de lograr algo curioso: legitimarse en Puerto Rico. Es un hecho insólito. Y ojo, disipemos la crítica: los tres jueces, sólo uno fue nombrado por el el gobernador Luis Fortuño Burset. Los otros dos jueces fueron nombrados por Aníbal Acevedo Vilá. Dicho esto, es una decisión “estricta en derecho” como alega la sentencia. De mi parte, permítanme discrepar. Pensemos.