F9: the fast saga o como atentar contra la soberanía de Haití

Cine caribe

Aunque no lo piense, y en la mayoría de las veces nadie lo habla, Haití es un estado soberano.  Más allá de ser la primera república de America [latina y del Caribe], se trata de un país soberano con población definida, clara geografía, fronteras, moneda común y un sistema de seguridad nacional. Entonces, ¿cómo un grupo de 28 mercenarios entra a asesinar al presidente, y nadie sabe aún por qué?  Muy sencillo, porque en la narrativa fílmica del país del norte, los EE.UU., agredir a los países del sur, como Haití, se promueve todos los días  Es patético y terrible.

Pues bien, con esa nota que no es de sarcasmos sino de rabia contra el país del norte, uno se sienta a ver F9: the fast saga.  Entonces uno ve, ojo y hace tiempo que no veía estas películas, que el grupo comandado por Dom (literalmente, juego de palabras de don, el capo, el jefe de la mafia) interpretado por Vin Diesel, son subcontratistasde la CIA, al servicio no del gobierno revolucionario de Cuba, Venezuela, Bolivia, o de los sectores populares de Brasil. No. Por el contrario, trabajan como contratistas para la CIA, no se sabe si por dinero, o por qué.  Lo cierto es que en esta película, contados, un total de 469 personas fueron asesinadas.  Un total de 823 resultaron heridas. ¡Cuente, dele, cuente!  Esta película es casi un holocausto.

Por lo tanto, el único placer hoy que puedo pensar sobre esta película, es lo que la misma le provoca a los 28 sicarios colombianos y estadounidenses que fueron a agredir la soberanía del pueblo de Haití, y asesinar a su presidente Jovenel Mse.  Más allá que este operara como dictador y en dictadura, lo que está en juego es que en el film F9: the fast saga, ellos invaden países sin uno preguntarse cómo y por qué.  Cómico, en la mejor lógica colonial y colonialista, los nombres de los países, son muchas veces inventados. ¿Alguien conoce donde se encuentra “Montequinito” en América Latina?

Pues bien. Me parece un filme terrible. Usted lo ve, porque le gusta vivir en la adrenalina.  Ver hombres y mujeres asesinando a otros hombres y mujeres, tal vez le produzca placer a alguien. A mi me aborrece. Sobre todo, si le da ideas a unos sicarios, exmilitares, contratistas de la violencia y paramilitares colombianos y de los EE.UU. para ir a agredir a la soberanía del pueblo de Haití.  A su discreción ven esta película.