“Todo se borra, hasta los pensamientos, para bien o mal.” Palabras con luz de un poetapuertorriqueño.
Esa es la pregunta ¿borrar o no borrar los mensajes que enviamos o recibimos? Desaparecer los que son comprometedores;porque no sabemos a qué manos maquiavélicas puedan llegar. Asegurarse de limpiar el chat de Whatsapp para eliminar todo aquello que te pueda crear problemas serios. Para muestra con un botón basta. Ricardo Roselló jamás imaginó,que todas sus conversaciones privadas y comentarios ofensivos, se iban a filtrar. Pensaba que hablaba con buenas amistades, de diversos temas, que había seguridad, porque ninguno tenía la mala intención de guardar los intercambios de recados. Eso desató la ira del pueblo, porque al Dr. Roselló se le olvidó, que era el gobernador de la Isla del Encanto, convertida en la del Espanto. Horrorizados quedamos con lo que se comentaba en ese chat; ni la pobre JGO estuvo impune a sus burlas. La moraleja es sencilla: hay que cuidarse cuando escribimos en un chat, por Messenger, o al mandar correos electrónicos, porque no sabemos si el otro las borra. Debemos dejar de subir en fotos, toda nuestra vida en Facebook, porque realmente ¿a quién le importa lo que hacemos?