En los tiempos de la apolítica [nacionalista]

Política

(San Juan, 12:00 p.m.) Nuestra historia de lucha ha enfrentado la imposición de un nacionalismo apolítico, impulsado por Muñoz Marín que fue muy efectivo de desradicalizar la lucha contra el colonialismo. Hábilmente, el traidor, difundía el nacionalismo cultural, el nacionalismo deportivo, para dar ejemplos, mientras por el otro lado hacía el trabajo de persecución y represión contra aquellos y aquellas que, en la radicalidad de la lucha, extendían, empujaban y pregonaban lo que debería ser la cristalización de esa nacionalidad, ese orgullo  hacia la independencia nacional. El “nacionalismo tuco”, era aceptable nacionalismo revolucionario el peligro y fue combatido, claro siguiendo las órdenes de sus amos gringos.

Más adelante en la historia de nuestra nación, surge la misma esencia, con la idea de todos contra Romero, y toda contra la estadidad, basada en la misma esencia de que para avanzar la independencia era posible hacer alianzas que dejaban en el mismo lugar a los colonialistas del PPD, y todo eso ha evolucionado en lo de los “soberanistas”, abogando por una soberanía en abstracto, soberanía que no existe, fuera de la independencia. Eso ha resultado en el fenómeno del “melonismo.” Quien puede olvidar el ensalzamiento a Charlie Hernández, como el gran soberanista o a Chrurumba Cordero, para dar dos ejemplos, pero a la hora de la verdad, en el momento de la definición estos “soberanistas”, se rajaban en el altar del miedo y el colonialismo. Pero aún, a nombre de esas alianzas se abandonan guías fundamentales de la lucha:

  1. a) El abandono de la narrativa de que el régimen colonial impuesto a Puerto Rico por los EEUU, es uno de naturaleza internacional, de derechos humanos y en violación del Derecho Internacional, porque el colonialismo es un Crimen de Lesa Humanidad. El abandono de ese punto cardinal de la lucha ha desembocado en que sectores del Movimiento de Liberación Nacional legitimen mecanismos dizque descolonizadores, que no cumplen con el derecho internacional y que abren la puerta a que nuestro pueblo se le haga creer que la anexión o libre asociación  son fórmulas descolonizadoras.
  2. b) La idea de que en nombre de la “democracia” y ser “politically correct”, hay que alentar y sustentar “el derecho” a la creencia de que nuestro pueblo elija ser esclavo, y apoyar y promover la estadidad-anexión o libre asociación. Validando la violencia con que el régimen colonial ha funcionado por 123 años sobre nuestra nación.
  3. c) Se establezca una narrativa que divorcia las necesarias luchas de reivindicaciones sociales, ambientales, económicas, contra todas formas de opresión, de la lucha por la independencia nacional y en la visión de derrocar el régimen colonial sobre nuestro pueblo. Siempre erigido sobre la mentira de que el pueblo le tiene miedo a la independencia.

El Frente Puertorriqueñista es el reciclaje de ese nacionalismo apolítico que tanto daño le ha hecho a la lucha por la independencia. Es más, del inmovilismo que ha demostrado y servido a la validación de falsas soluciones que son colonialistas y que no abonan a la radicalización del pensamiento y la lucha de aquellos y aquellas que tenemos que mover hacia que defiendan y crean en la independencia nacional. Si bien es cierto que esas expresiones nacionalistas son importantes y necesarias, no son suficientes en el proceso de la lucha por alcanzar la Independencia Nacional. En una colonia ese nacionalismo, en todas sus funciones, en todas sus dimensiones, tiene que ser enseñado e integrado en su dimensión política-liberadora, en función de que avancen y apoyen la independencia nacional.

 La función de los que ya creemos y entendemos que la Independencia Nacional es avanzar la necesaria radicalización (ir a la raíz) de esa lucha en todos esos frentes empujando y modelando la creación de una nación Independiente, y erigida en los principios de la justicia social. Y solo moviendo a nuestra gente hasta alcanzar una masa crítica que crea en la independencia, única salida a la colonia, es que podremos avanzar y alcanzar e implementar la misma, que nos dará la posibilidad de crear y hacer realidad, ejerciendo los poderes políticos desde la Independencia, que nos permitan la construcción de una nación justa y digna para todas y todos los Boricuas. Que viva Puerto Rico Libre y Socialista.