Las vacunas, lo incierto y la persecución selectiva

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.) En las pasadas semanas se ha iniciado una nueva tolerancia por la cual se indica, que si usted no ha sido vacunado, usted no podrá entrar a muchos sitios, incluyendo su país de origen, a un concierto o ir a trabajar.  Más aún, de repente las pruebas serológicas negativas, de menos de 72 horas, se requieren en todo momento.  Es un momento en el cual entre todos y todas nos velamos por el cumplimiento de las vacunas y de la no positividad.

Pero, esto requiere que todo el mundo se convierta en “estado” y que se comporte de forma represiva contra aquella persona que no coopera o colabora.  Es terrible, pero en el proceso de llegar a vacunar al 70 por ciento de la población, se pretende violentar los derechos de los ciudadanos. Es decir, hay que vacunarse independientemente que eso violente su dignidad y su privacidad.

En este momento, el coro de personas y empresas raya violar los espacios de privacidad y diferencia que tiene la ciudadanía.  Muchos sectores, han asumido que es cuestión de vacunarse y punto, y le exigen a la gente cumplimiento con la vacuna y con la prueba de positividad reciente.  Independiente que uno se oponga al Covid-19, que se haya vacunado, y se haya hecho la prueba, plantear que usted no puede participar si no lo hace, nos parece que violenta lo más mínimo de las garantías de debido proceso de ley de nuestro sistema democrático. 

Por lo tanto, en lugar de estar escuchando a artistas como Kanny García regañar a la gente, o ver los sistemas de migración impidiendo que la gente entre o salga del país, sería más beneficioso que simplemente se promueva un sistema de educación continua para convencer a la gente.  Todo ciudadano o ciudadana tiene derecho a actuar libremente. Lo que no podemos es imponer una cultura dictatorial a nombre de la salud. Pensemos.