Releer la Revista Orígenes es una fiesta

Voces Emergentes

Hace 30 años recorría la calle Corrientes de Buenos Aires cuando en la librería Gandhi -sin relación con las librerías del mismo nombre que me recomendó José Luis González en México- encontré un tesoro: la colección completa de la legendaria revista literaria Orígenes que codirigió José Lezama Lima en La Habana desde 1940 a 1956. Las 42 ediciones estaban en siete tomos impresos por dos editoriales de Madrid y México.

Desde que camino al aeropuerto se me desfondó una maleta llena de libros en Acapulco adonde Telemundo me había enviado para hacer entrevistas en el primer festival que se celebró en esa célebre playa, había decidido no llevar libros en las maletas. Así que le pedí al dueño de la librería que pesara los siete tomos para pagarle los libros y el envío por correo. “Vuelva más tarde para darme tiempo de ir al correo y pesarlos.” Cuando regresé, los empleados y el dueño celebraban la despedida de año y el hombre me dijo que no había tenido tiempo de ir al correo, y como yo dejaba la ciudad al día siguiente, me pidió lo llamara desde San Juan para decirme el costo. El proceso tardó por complicaciones burocráticas pero finalmente la colección de Orígenes llegó a mis manos y pude disfrutarla.

En estos días decidí volver a leer las 42 ediciones, que incluyen dos números diferentes del 35 y el 36 cuando el codirector José Rodríguez Feo se molestó por Lezama haber publicado “Crítica paralela”, texto de Juan Ramón Jiménez que criticaba a los poetas españoles Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Pedro Salinas y Gerardo Diego, que Rodríguez Feo había conocido en España. Lezama, que habia recibido el apoyo de Juan Ramón en todas sus empresas editoriales, trató de convencerlo para que retirara o modificara su texto, pero el autor de “Platero y yo” se mostró intransigente por lo que Lezama no tuvo más remedio que publicar el polémico texto y Rodríguez Feo, que era quien financiaba Orígenes, se separó de él.

Tanto Rodríguez Feo como Lezama publicaron sus propias ediciones 35 y 36 pero el autor de Paradiso era abogado e inscribió la publicación a su nombre. Lezama y su Comité de colaboradores, integrado por Vitier, Fina, Eliseo, Orbón, Smith, Lorenzo y el padre Gaztelu, publicaron seis números más, hasta 1955. José Rodríguez Feo se unió entonces a Virgilio Piñera, que vivía en Buenos Aires, para fundar la revista Ciclón que duró de 1955 a 1957 con un último número que se publicó en 1959 después del triunfo de la Revolución. En Ciclón colaboraron escritores jóvenes como Severo Sarduy y Guillermo Cabrera Infante, que después sería el director de Lunes de Revolución.