(San Juan, 1:00 p.m.) El próximo 31 de agosto de 2021, el gobierno de los EE.UU. debe haber desalojado todo el territorio de Afganistán. Los Talibanes (es decir, los estudiantes), hoy en control de Afganistán, han procurado que todo termine ese día. Lo interesante del dato que en conferencia de prensa hoy, el presidente de los EE.UU., Joe Biden, acepta el plazo del 31 de agosto, el que se había auto impuesto el gobierno de su país, y el cual fue aceptado por los talibanes.
El gobierno de los EE.UU. en Afganistán, se encuentra en varias encerronas. Por un lado, su salida decepcionante, luego de 20 años, refleja mucho en términos de la decadencia general de dicho país. Por otro lado, luego de haber evacuado a sobre 63 mil personas, no está claro cuantas personas quedan por retirar de Afganistán. No sabemos si la narrativa mediática es la de retirar a toda la población, o de forma genuina a aquellos ciudadanos afganos y americanos, que deseen irse. No está claro.
Pero menos claro está entender cual es la relación presente y futura entre el gobierno de los EE.UU., y los Talibanes. Hoy se hizo público que el jefe de la CIA, William J. Burns y el segundo en mando de los talibanes, Abdul Ghani Baradar. Se reunieron el lunes en Kabul. No sé sabe de qué trato la conversación, pero todo indica que se trata de una reunión entre iguales, por parte del gobierno de Washington, para lograr garantizar algún tipo de futuro. ¿Cuál? No sabemos.
En fin, que en su desesperación, el gobierno de Washington cada día que pasa va tomando pasos afirmativos en acciones que son por todas y todos cuestionable. Nadie entiende, pero lo que ha pasado en Afganistán, tiene repercusiones inmediatas para nosotros en Puerto Rico. La primaria, preguntarnos, ¿tiene algún plan Washington para con Puerto Rico? No sabemos. Pensemos.